Posiblemente habrá escuchado hablar del futbolista argentino Alejandro Benítez, mejor conocido como Lulo y goleador del Central Larroque. El joven de tan solo 30 años, como cualquier jugador de fútbol soñaba con el éxito en las canchas, con miles de goles y el reconocimiento de una gran fanaticada. Jugo durante varios años en Argentina, en su provincia natal, Larroque.
Además de ser un gran jugador de futbol, Lulo es un gran ser humano, amante de su familia y los suyos. A finales del año pasado Lulo recibió una gran noticia, se convertiría en tío de un hermoso niño.
Nació Milo y todo era felicidad, pero algo no estaba bien
El bebé presentó una falla en su hígado, la cual impedía el paso correcto de bilis hacia la vesícula biliar. Milo necesitaba con urgencia un trasplante de hígado, su apariencia era de color verde y se encontraba muy desnutrido. El padre del bebé no podía ser el donador por falta de compatibilidad y su madre a pesar de ser compatible tampoco podía serlo, ya que había sido operada del corazón en el pasado.
El único familiar compatible con Milo, era su tío Lulo. Por lo que el futbolista tuvo que tomar la decisión la más difícil de su vida, ya que si se sometía al trasplante debería abandonar para siempre el fútbol.
Lulo afirma que la decisión no le fue para nada difícil, al enterarse que podía donar parte de su hígado para salvar la vida de Milo, no dudó en hacerlo, aún sabiendo que tendría que abandonar su pasión, jamás se arrepentiría de ello.
La operación tuvo sus complicaciones, tardaría 3 horas y se extendió 4 horas más. Los doctores pensaron en abandonar, pero siguieron adelante y gracias a Dios todo salió bien.
Hoy en día Milo se encuentra en perfecto estado de salud y su tío Lulo está muy feliz por permitirle a su sobrino vivir y cumplir sus sueños
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