El Parkinson, al igual que ocurre con dolencias como el alzhéimer, empiezan a aparecer en la etapa de la vejez de las personas. En lo que respecta a la primera, esta se caracteriza por sufrir temblores en las manos, rostro, brazos, mandíbula y piernas que imposibilitan llevar una vida normal. A continuación, se exponen unas señales que indican la enfermedad del Parkinson pero que no son temblores.
10 Señales que indican la enfermedad del Parkinson pero que no son temblores
Antes de que las dolencias se manifiesten ya en una fase avanzada, estas, previamente, empiezan a mostrar ciertos síntomas. Es por eso que es fundamental prestar atención a las mudanzas que tiene tu cuerpo. El estar alerta hará que ante cualquier cambio acudas a un especialista de la medicina para que este te pueda evaluar, diagnosticar qué es lo que tienes y ponerte el tratamiento adecuado.
Sigue leyendo para descubrir unas señales que indican la enfermedad del Parkinson pero que no son temblores.
Escribir de manera más pequeña
Aunque pueda parecer inverosímil una de las señales que indican la enfermedad del Parkinson pero que no son temblores es el cambio de letra, de acuerdo con la Parkinson’s Foundation. Estos apuntan que tanto la modificación en la escritura repentina, ya sea en la forma y/o tamaño en que una persona escribe influyen y son síntomas tempranos de la dolencia.
Por lo general, el cambio que se produce hace que la letra sea más pequeña y que las palabras estén más juntas.
Trastornos a la hora de dormir
Otra de las señales que indican la enfermedad del Parkinson pero que no son temblores son los problemas del sueño. En estos casos, las personas sueñen moverse mucho de manera repentina, además de dar puñetazos y patadas con vigor. Debido a estos desplazamientos, el individuo puede incluso caerse de la cama.
El insomnio es otro de los problemas que se pueden presentar.
Rigidez muscular
El déficit de dopamina puede ocasionar rigidez muscular, sobre todo en las piernas, en tronco y los brazos. La consecuencia de esto es un dolor agudo en los músculos, al igual que la limitación del movimiento.
Inconvenientes para parpadear
Cuando la malatía se va desarrollando, el paciente va teniendo más dificultades para parpadear o realizar otros movimientos automáticos como sonreír.
Pérdidas de olfato
La pérdida de olfato, además de estar asociada a un mayor riesgo de mortalidad, también está vinculada al Parkinson. Las fallas en este sentido suelen ocurrir, sobre todo, en alimentos como el plátano, los pepinillos, el vinagre o la canela.
Falta de equilibrio
Los problemas de equilibrio también son latentes cuando las personas padecen Parkinson. La consecuencia de ello es que pueden caerse con mayor facilidad.
Cara de máscara
Al hablar de cara de máscara se refiere al aspecto que presentan algunas personas que parece que estuviesen siempre con expresiones tristes, enfadadas o serias.
Andar con pasos más cortitos
El Parkinson también produce que las personas comiencen a caminar con pasos más cortitos, debido a que sus movimientos se hacen más lentos e incluso arrastrar los pies.
Mudanzas en la voz
Voz monótona, más ronca o más baja son otra de los síntomas que puede presentarse como indicativo de esta dolencia.
Cambios en la postura
La persona deja de estar erguida y pasa a una postura encorvada cuando está de pie.
Por desgracia, hasta el momento no existe una cura para esta enfermedad, pero sí tratamientos para poder combatir sus consecuencias. Como es una dolencia progresiva que va empeorando a medida que pasa el tiempo, es fundamental diagnosticarla lo antes posible.
Para conocer más información sobre la enfermedad del Parkinson, no te pierdas el siguiente vídeo.