Las ganas por tener un cuerpo musculoso lleva a algunas personas a realizar verdaderas locuras. Ya se han dado casos, por desgracia, de personas que han fallecido por beber licuados de proteínas, u otras por exceder la cantidad de ácido lipoico. Otra situación sorprenderte es la del fisicoculturista ruso que se inyectó aceite en los brazos y ahora pide ayuda para sacárselo.
Un fisicoculturista ruso se inyectó aceite en los brazos y ahora pide ayuda
Kirill Tereshin o el Popeye del fisicoculturismo, como se le conoce en el mundo entero, ha hecho una verdadera locura por tener unos brazos voluminosos. Este se inyectó aceite en los brazos y ahora ha acudido a las redes sociales para pedir ayuda. Kirill Tereshin necesita dinero para poder entrar en un quirófano para sacar el líquido de sus extremidades. El mismo le está provocando un suplicio en su día a día.
Este joven ruso de 23 años se hizo popular tanto en su país como a nivel mundial en 2017 a través de Instagram y Youtube por la dimensión de sus bíceps, tríceps y brazos. Lo más impactante del tamaño de sus extremidades es que estas no aumentaron su volumen porque hiciera mucho ejercicio físico, sino porque se pinchaba aceite en dichas zonas de su cuerpo para que los resultados se produjeran de manera más veloz.
Su fisionomía
En su infancia, Kirill Tereshin tenía una fisionomía delgada. Sin embargo, de un día para otro decidió cambiar su cuerpo y entrenar para poder conseguir el récord mundial de fisicoculturismo. En un principio, entrenaba duro para lograr su objetivo. Pero, al ver que no lograba tener el cuerpo que deseaba, se inyectó aceite en los brazos.
En concreto, el producto que se pinchó fue Synthol. Esta sustancia se compone de 85% de aceite, un 7,5% de alcohol y el 7,5% de lidocaína. Cabe destacar que este producto se emplea mucho en el fisicoculturismo con el fin de que los músculos queden con un formato más definido.
El problema es que mucha gente lo ha empleado en cantidades excesivas para incrementar más rápido la dimensión de diversas partes de su cuerpo. Esta actitud puede ocasionar dificultades pulmonares, ataques de corazón y problemas en el sistema nervioso.
A pesar de que según confesó el propio Kirill al principio las inyecciones le causaron mucho dolor y cuadros de fiebre hasta los 40 grados, ver que su brazo llegó a los 60 centímetros le compensó todo el sufrimiento.
Un camino lleno de espinas
Poco a poco, el Popeye ruso fue experimentando unos síntomas preocupantes. Sus brazos comenzaron a enrojecerse y el dolor en estos era cada vez peor. Ante estas señales, Kirill decidió acudir a distintos doctores. Estos le dijeron que le debían amputar sus extremidades para evitar sufrir necrosis en un futuro. Hay que señalar que esta enfermedad provoca el fallecimiento de las células, así como el de los tejidos de esa parte del cuerpo.
Ante estas recomendaciones, el fisicoculturista ruso siguió con su plan de aumentar el tamaño de sus extremidades, lo que empeoró la situación. Sin embargo, hubo un momento que no pudo más y decidió pedir ayuda. Este explicó en las redes sociales que necesitaba intervenirse para extraerse el aceite. Dado que en su país no hay médicos especializados, Kirill debe viajar a Israel o Alemania. Tanto la operación como el traslado ascienden a 37.760£.
Esta petición ha causado una gran polémica. Tras pedir dinero para extraerse el aceite, este ha subido a las redes sociales un vídeo donde se puede ver la primera sesión de un tratamiento para incrementar sus pómulos. Esto ha hecho que la gente critique que tenga posibles para eso y no para solucionar su problema en los brazos.
Consejo final:
La salud es lo más importante. Nunca recurras a este tipo de técnicas para aumentar el tamaño de tus extremidades. Lleva una alimentación adecuada y realiza ejercicio siempre bajo el control de un profesional.
Para acabar, en el siguiente vídeo podrás conocer los peligros de la sustancia que se inyectó en los brazos el Popeye ruso.