En un día de mucho viento en Merbourne, Australia, Sue Drummond decidió llevar a su adorada perrita Bibi a dar un paseo, de esta manera Sue lograría relajarse y su pequeña amiga estaría muy feliz.
Bibi es una cachorra joven y encantadora producto de la mezcla entre las razas Maltes y Shitzu, por lo tanto, no tiene la fuerza ni el tamaño suficiente para poder enfrentar tan poderosa ventisca. Infelizmente, en vez de regresar a la casa, Sue decidió acercarse al muelle debido a que no se había percatado lo mucho que le costaba moverse a Bibi.
Al llegar al muelle, un viento muy fuerte lanzó a Bibi al agua.
¡La pequeña no pudo resistir!
Lo que sucedió en seguida es una historia memorable que merece ser contada. Cuando el viento empujó a su pobre mascota fuera del muelle, Sue entró en pánico y miraba impotente como el mar se llevaba a Bibi cada vez más lejos.
Casualmente, Raden Soemawinata se encontraba en aquel muelle en ese mismo momento. Raden se encontraba en una ceremonia para tirar las cenizas de su querido abuelo en el mar pero al observar la escena, no lo pensó dos veces antes de interrumpir el ritual y lanzarse al mar para intentar salvar la vida de Bibi.
Rápidamente, Raden se quitó los pantalones, los zapatos, su billetera y soltó su teléfono móvil para lanzarse al furioso y frío mar a intentar salvar de la cachorra. Todavía este valiente hombre lograba ver a Bibi intentando nadar con todas sus fuerzas para no ahogarse e intentar llegar al muelle con Sue.
¡Tristemente las olas eran demasiado fuertes!
Raden nadó lo más rápido que pudo en la dirección de Bibi, cuando llegó hasta ella, la sujetó con uno de sus brazos y luego haciendo un tremendo esfuerzo consiguió volver al muelle.
Sue sin poder hacer nada miraba como este gran hombre salvaba a su amada mascota. Cuando los dos estuvieron a salvo Sue pudo respirar tranquila, no encontraba palabras para agradecerle a Raden por lo que había hecho.
Al llegar las autoridades y enterarse de los hechos notificaron a la Asociación de Animales de Australia, quienes le entregaron a Raden una medalla para honrar ese acto de valentía y altruismo.
Gracias a Raden hoy en día Bibi se encuentra junto a su dueña.
A continuación le mostramos parte del increíble rescate:
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