Es un rey africano, pero quizá el único que trabaja, literalmente, por el bien de su pueblo

Este hombre entiende que el poder no es imponerse, sino dar vida

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En nuestra cultura dominante, los cargos o roles como rey o presidente nos suenan a poder. Esto significa casi siempre el “poder” de imponerse sobre otros, así sea con la excusa de generar el bien común, que da para todo.

La verdad, es que incluso lo que tienen el bien común por excusa, terminan ostentando sus cargos como personas llenas de privilegios y mínimos deberes, cuando no la ausencia absoluta de deberes.

Un rey o un presidente, para muchas sociedades, es una persona que preside la cresta de la sociedad, que controla todo, que lo tiene todo con tan solo tronar sus dedos, y que de entrada tiene su futuro personal asegurado, mientras que sacrifica el bienestar del pueblo para seguir ostentando sus privilegios de clase.

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Pero cada tantas generaciones, alguien aparece para desafiar nuestros prejuicios. Esta vez le tocó el turno a un rey muy especial. Se trata de Eric Manu, príncipe de una aldea de Ghana, quien a la muerte de su tío, tuvo que ascender al trono, y hoy ejerce su reinado por Skype.

La organización de las poblaciones africanas es muy distinta a las occidentales. Además de los gobiernos constituidos que tienen reconocimiento internacional, se sabe que desde muy antiguo África se organiza en naciones pequeñas que tienen sus propias jerarquías. Se trata de cientos de monarquías tribales distribuidas por todo el continente, y que se enlazan con factores étnicos e históricos. Algunos gobiernos del África les dan estatuto legal, mientras que otros no.

El rey Eric ya vivía en Canadá a la muerte de su tío, y desde entonces ha trabajado como jardinero y obrero, cosa que sigue haciendo. Se había ido con la idea de reunir algún dinero para enviar a su gente, pues la pobreza de su tribu se conoce de sobra.

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Ahora que ha sido nombrado rey, Eric Manu cree que no puede darle la espalda a su pueblo, pero lamentablemente, eso implica que no puede regresar mientras que no tenga recursos suficientes para ayudar a sus aldeanos, toda vez que la situación económica es terrible. El rey envía todos los recursos que puede a la aldea, en espera de que eso les ayude a mejorar en algún grado su situación.

A diferencia de otras estructuras ideológicas y de valores, el rey Eric demuestra haber comprendido que el único poder verdadero es el de dar vida y no el de montarse en la cresta de la ola para vivir como un privilegiado. Parece que este rey sí trabaja, literalmente, para su pueblo.

¡Claro que ahora el rey Eric es toda una celebridad internacional por este gesto tan increíble!

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¿Qué tiene que decir usted al respeto? Comparta este artículo. Necesitamos empezar a creer que es posible una concepción diferente del poder.

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