Las cosas en la vida no siempre suceden como queremos. Es triste hablar así, pero es la cruda verdad. Una muestra de ello es lo que le sucedió a Edward, un buen hombre, amoroso, responsable y con mucho amor para dar.
Edward se enamoró de Amanda, quien estaba divorciada y tenía una hija de 15 años. Pasó el tiempo y mantuvieron una relación estable, hasta que se mudaron juntos, aunque no se casaron formalmente. Edward decidió unir su vida con Amanda y hacerse cargo de su hija Caroline, ya que su padre no se había desligado de sus necesidades económicas y de afecto.
Caroline siempre fue una niña muy calculadora y con un corazón frío, aunque le tenía aprecio a Edward, quien con el tiempo se convirtió en un segundo padre para ella.
Edward se encargó de enviar a Caroline a una buena universidad, de vestirla con la mejor ropa, consentirla, responder ante cualquier necesidad médica que tuviese y de comprarle un automóvil, en fin, darle todo lo que pudiese necesitar.
Con el tiempo Caroline se enamoró y decidió casarse. Edward se portó espléndidamente con los preparativos de la boda, decidió correr con todos los gastos, vestido, bebida, local, comida, entre otros. Tenía mucha ilusión con este momento, ya que sería él quien la llevaría al altar, pues Caroline no sabía nada de su padre desde hace mucho tiempo.
Entonces sucedió algo inesperado
Thomas, el padre biológico de Caroline reapareció en su vida. Ella emocionada decidió compartir mucho tiempo con él e intentar recuperar el tiempo perdido, que estaba lleno de promesas sin cumplir, pero también lleno de ilusiones, carencias y esperanza. Edward se sentía un poco mal al ver como ella trataba tan bien a su padre olvidando todo lo que había pasado y su terrible ausencia, pero no podía hacer nada, además, era su padre, al final el reencuentro era algo positivo.
Con el pasar de las semanas Caroline se distanció mucho de Edward, eso sí, para pagar las cuentas de la boda siempre lo buscó.
Llegó el día de repartir las invitaciones, para un total de 250 invitados. Edward le solicitó a Caroline que invitara a 20 de sus más importantes amigos y ella aceptó.
A los días, Edward se reunió con uno de sus amigos, le comentó de la boda y le preguntó si había recibido la invitación, su amigo le dijo que no. Le pareció muy extraño, ya que todas las invitaciones ya habían sido entregadas, por lo que decidió preguntarle a Caroline qué había sucedido con las invitaciones de sus amigos. Ella, de una forma muy descarada le dijo: “No hay espacio suficiente para ellos”. Edward se decepcionó y aprovechó para solicitarle ver una de las invitaciones. En ese momento recibió otra desagradable sorpresa, Caroline invitó en nombre de su madre Amanda y su padre Thomas, el nombre de Edward no aparecía por ningún lugar.
Edward se encontró lleno de desilusión y tristeza. Le preguntó a Caroline: “¿Tu padre te llevará al altar?”, ella le dijo que sí. No había más nada que decir, Edward allí estaba sobrando y se sentía muy mal. Lo peor de todo es que Amanda, su pareja no hacía nada para evitar lo que sucedía, no le reclamaba y más bien se colocó de su lado, discutiendo con él en repetidas ocasiones.
Al día siguiente había sido planificada una cena especial con los padres de los novios y amigos cercanos. Edward tenía ya muy claro lo que diría durante el brindis, sorprendería a Caroline, a Thomas y a Amanda con unas importantes palabras.
El hombre esperó hasta el momento del brindis para decirles lo siguiente: “Jamás me había sentido tan decepcionado. Pero quisiera hacer un brindis para esta familia que me dio el honor de servirles económicamente por más de 10 años. Quisiera agradecer a la novia, Caroline por dejarme ver quien es realmente y a mi pareja Amanda por no hacer nada para evitarlo. Les aclaro que durante años viví una confusión relacionada con el rol que ocupo en esta familia. El papel que cumplo no es el que yo pensaba, por lo cual me retiro. Me cansé de que me vieran como un cajero automático. Aprovecho que Thomas el padre de Caroline finalmente apareció para agradecerle porque ahora al ser un padre intachable se responsabilizará de los gastos de la boda, que yo claramente no voy a cubrir. Ya mandé a realizar las devoluciones pertinentes. Buena suerte”
No podemos dejar que las personas se aprovechen de nosotros y mucho menos de una forma tan descomunal como esta.
Hoy en día Edward se encuentra separado de Amanda, retiró todo el dinero de sus cuentas comunes y se alejó de sus vidas para siempre.
¿Que opina de la decisión de Edward? ¿Le parece que fue lo mejor?
