Al morir su hijo, este padre quiso compartir una lista de cosas que un padre nunca debe olvidar

El amor a primera vista existe y ocurre cuando vemos por primera vez a nuestros hijos…

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En nuestra mente, todos tenemos la idea de que la vida se abre camino y que lo natural es que padres mueran primero que sus hijos, y estos queden en el mundo transmitiendo el legado de los primeros. Mayormente suele ser así, pero algunas veces, algunos padres tienen que sufrir el dolor inexplicable de una suerte que nadie puede imaginar: la muerte de un hijo.

Este fue el caso de Richard Pringle, un hombre cuyo hijo, llamado Hughie, había nacido con una extraña condición de salud que jugó mucho en su contra. Tanto así, que a la tierna edad de 3 añitos, Hughie murió de un derrame cerebral.

Para Richard, recuperarse de este golpe de la vida es una tarea titánica, sin embargo, personas como él, aprenden a codificar el dolor y usarlo como un instrumento de aprendizaje que ponen al servicio de los demás, dándole sentido y significado. Por ello, Richard compartió con el mundo una lista de 10 reglas que, según el, todo padre debería poner en práctica, pues en realidad, el valor de la vida y la felicidad parte de la densidad de nuestras relaciones interpersonales, y en lo que a padres e hijos se refiere, ese valor es multiplicado por mil.

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10 reglas que todo padre debe practicar

1. Aprovecha cada instante

Las rutinas de cada día suelen distraer a los padres de los momentos cotidianos que, a la larga, son los más significativos. Cada día que pueda, cada padre debe aprovechar la presencia de sus hijos y compartir con ellos al máximo.

2. Déle las buenas noches a sus hijos cada día

Cuando se vaya a acostar, dele un beso de buenas noches a su hijo. Cuando se despierte, déle los buenos días. Cuando se vaya al trabajo o el niño salga a la escuela, despídase de él con un beso siempre. No importa si ese día está molesto. ¡Hágalo! Nunca se sabe ni el día ni la hora. No basta amar. Es necesario hacer saber que la persona es amada.

3. Preserve todos los recuerdos que pueda

Siempre que pueda, tome fotos, Guárdelas y preserve el recuerdo. ¡Recordar es vivir!

4. Lleve un diario sobre su hijo

Como parte de preservar los recuerdos, usted también debería llevar un diario sobre lo que sus hijos hacen. Escriba sus anécdotas: la historia de su primera palabra, o su reacción la primera vez que vio el mar. Cuando lo releea, verá lo muy feliz que fue usted con su hijo y su hijo con usted.

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5. La vida pasa en un instante

El tiempo pasa volando. No se detiene nunca, así que no desaproveche la oportunidad de pasar tiempo con sus hijos solo porque tiene que trabajar. Muchas veces, el trabajo puede esperar. Otras veces, usted debe aprender a delegar. No aplace el momento de compartir son sus hijos.

6. Mientras más amor dé, más amor tendrá para dar

El amor es infinito. Dé todo el amor que pueda. No solo no se acabará, sino que se alimentará.

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7. El dinero no importa

Esta lección es una de las más importantes, porque en nuestra vida hemos fetichizado el dinero. Pero la verdad es que el dinero importa poco como valor: debemos recordar que el dinero es solo una herramienta y no el propósito de la vida. Lo primero, es disfrutar con los hijos.

8. No desperdicie su tiempo

Tanto como pueda, levántese temprano. Desayune con sus hijos y trae de estar presente en todos los momentos que pueda.

9. Canten juntos

Cante con su hijo. Comience por cantarle canciones en la cuna. ¿Usted no canta? No importa. A él no le importa. Está demostrado que cantar juntos, enlaza a las personas y las hace más felices. ¡Canten juntos!

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10. Diviértase y juegue con su hijo

No importa la edad que usted tenga. Su hijo siempre querrá jugar con usted. ¡Hágalo! Puede bailar, correr, hacer juegos de mesa, hacerle un hospital de muñequitas de trapo. Pero juegue con su pequeño. Diviértase tanto como pueda con sus hijos. Conocerá la plenitud de vivir.

En el siguiente vídeo, podrá ver una reflexión sobre cómo impactamos en nuestros hijos:

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¡No deje de compartir! Más de un padre necesita aprender a valorar el tesoro que tiene.

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