¿Ha sentido alguna vez que trabaja mucho para mejorar su situación pero no logra ningún resultado? A todos nos pasa en algún momento de la vida. De hecho, todos tenemos ciclos en los cuales nos sentimos estancados y, aunque estamos trabajando activamente, pareciera que nada cambiara a nuestro alrededor.
En nuestra vida personal, existen algunos hábitos negativos que practicamos de manera inconsciente y, por lo tanto, no nos damos cuenta de cómo influyen en la demora de nuestras metas y sueños, sean estas del tipo que sean. Es hora de que empecemos a identificar estas actitudes. Veamos:
11 hábitos cotidianos que debemos cambiar para dar paso al cambio positivo
1. La impuntualidad
Las personas impuntuales inspiran desconfianza y denotan falta de compromiso. Y quienes así lo interpretan no se equivocan del todo, a pesar de que los impuntuales tengan la mejor de las intenciones. Verá: según una investigación publicada por la Universidad de San Francisco, los impuntuales esconden una necesidad inconsciente de provocar problemas, debido a que su comportamiento está relacionado con la ansiedad y la baja autoestima.
2. Procastinar
Esta palabra parece un insulto, pero no lo es. Le explicaremos: procastinar es dejar todo para última hora. Es lo que coloquialmente llamamos “dejarlo todo para el día después”. Cuando no atendemos nuestros compromisos y asuntos con diligencia, nuestro trabajo se retrasa, los conflictos aparecen y los proyectos corren el riesgo de fracasar. Por eso, despertamos desconfianza alrededor de nosotros y, para rematar, nos llenamos de estrés inútil, pues este bien podría evitarse. Recuerde: “no deje para mañana lo que puede hacer hoy”.
3. Desestimar el valor de la expresión corporal
La expresión corporal cuenta más de lo que creemos. Además de transmitir mensajes a nuestro pensamiento consciente, lo hace también a nuestro lado inconsciente. Por eso es importante dar una buena impresión desde el inicio. Opte por una buena postura y un buen lenguaje corporal en la comunicación con su interlocutor, como mirarle directamente a los ojos y no cruzar los brazos.
4. Aislarse
Algunas personas tienden a aislarse, bien porque son tímidas, bien porque temen ver invadida su privacidad. Pero lo cierto es que el aislamiento social nos reduce oportunidades, no solo afectivas, sino también laborales. Además, dificulta encontrar alternativas para superar los problemas que atravesamos. ¡No se aísle! Trate siempre de buscar espacios de compartir.
5. Derrochar dinero
Quien no administra con orden su dinero, demuestra ser una persona carente de sentido común. Haga un presupuesto mensual y procure siempre destinar una parte de sus ingresos al ahorro, sea de pequeño, mediano o largo plazo.
6. Guardar silencio
Nos enseñan que es mejor callar, pero no es cierto. Hablar y compartir lo que pensamos es un puente que nos permite llegar al éxito personal y laboral. Hágase escuchar. ¡Vale la pena! Además, aunque usted no lo crea, a veces callar es una forma pasiva de violencia, porque privamos a otros también de mirar otros puntos de vista necesarios para el crecimiento mutuo.
7. Guardar resentimiento
Nada peor que ser rencoroso y resentido. El resentimiento enferma a quien lo siente en un doble sentido: el primero, produce daño nervioso y orgánico. El segundo, le resta energía a la persona para ser creativa y feliz. ¡Perdone! No porque el otro se lo merezca, sino porque usted merece ser libre.
8. La deshonestidad
Quien miente o roba, sea que diga una mentira blanca o haga un pequeño desvío de dinero “de nadie”, nunca tendrá una vida plenamente feliz y, aunque pueda aparentar éxito, todos lo acusarán a sus espaldas y nunca sabrá si es realmente respetado. ¿Vale la pena eso?
9. Conformarse
Si usted no lo logra a la primera, inténtelo de nuevo. Si vuelve a fallar, vuelva a intentarlo. También puede aprender de sus errores y ver si sus planes necesitan un cambio de dirección, pero lo importante es que nunca, pero nunca, deje de caminar y luchar por su felicidad.
10. Vivir reclamando por todo
Nada más desagradable que una persona que peca por juzgarlo todo y molestar a todos con sus sentencias. Aporte cosas positivas, o sea asertivo con sus críticas, pero no viva desmoralizando a los demás todo el día.
11. Abandonar el cuidado de sí mismo
Quizá este debería ser el primer punto, pero de algún modo, todos los anteriores son expresión de esto. Cuide de sí: de su salud física y de su salud mental. Aprenda a valorar su propia compañía, descanse con regularidad y relájese. Coma bien y ejercite. En fin… Tómese el tiempo para disfrutar de la vida.
Si quiere aprender algunas técnicas sobre cómo mejorar su vida, no deje de ver el siguiente vídeo: