Recientemente, una pareja de padres pasaron por la experiencia más desoladora: asistir a la muerte accidental de su hijo de 2 años. Emma Carver y Mohammad Umar habían ido de compras a un supermercado. Mientras se dedicaban a escoger los productos que llevarían, el niño tomó unas uvas que se encontraban a su alcance sin que sus padres lo advirtieran.
Como es de esperarse en un niño de esa edad, llevó de inmediato la fruta a su boca, pero lamentablemente la fruta se le atoró en las vías respiratorias. Inmediatamente llamaron a emergencia, y una ambulancia apareció unos 7 minutos después del accidente para llevarlo al hospital, pero nada pudieron hacer.
Viendo que perdieron de esa manera tan terrible e inesperada a su pequeño, la madre de Ayyan decidió luchar para prevenir que más muertes como estas ocurran, en un intento por darle sentido a la experiencia profundamente dolorosa que han experimentado como familia.
Lo primero que hay que comprender es que siempre se debe picar la fruta que se le ofrece a los niños, no importa cuán pequeña e inofensiva pueda parecer, como las uvas.
La Academia Americana de Pediatría desaconseja totalmente que los niños coman uvas enteras hasta los 4 años. Hasta esa edad, los niños aún están aprendiendo a masticar y deglutir los alimentos, de manera que todo cuidado es poco. Lo correcto es suministrarle a los niños las uvas cortadas por la mitad y en dirección vertical, pues de lo contrario, no haría efecto el corte.
Esta información es vital para salvar la vida de muchos pequeños. No se quede con ella. ¡Compártala y ayude a muchas familias en el mundo!
