Los sujetadores o “brasieres” son parte de los artículos necesario de una mujer para el día a día. Ellos brindan soporte, comodidad y protección al pecho de una mujer.
A diferencia de las pantis, los sujetadores no lucen sucios cuando se usan, de manera que muchas mujeres, quizá la mayoría, no los lavan cada vez que los usan sino que lo hace luego de muchos usos.
Pero aunque la suciedad no se vea, los sujetadores recogen restos de sudor, piel, aceites y gérmenes. Por esa razón, conviene no demorar demasiado en su aseo.
La pregunta esencial es esta: ¿con cuánta frecuencia lava usted su brasier? Algunas mujeres lo hacen apenas una vez al mes, pero esto es terrible para la salud.
De acuerdo con las recomendaciones de los expertos, un sujetador debe lavar después de dos o tres veces de uso, dependiendo de las actividades desarrolladas durante el día.
En el caso de los sujetadores de tipo deportivo, que durante su uso se impregnan de sudor, residuos de desodorante y posiblemente cremas estimulantes del adelgazamiento, es menester lavarlo de inmediato.
Cómo lavar un brasier
Lavar el brasier, además, tiene una técnica. No debería lavarse cualquier manera, entre otras cosas porque es una pieza de ropa delicada que puede dañarse rápidamente.
Para lavar los sujetadores póngalos en remojo unos 10 minutos en agua tibia, nunca caliente. Luego, con la ayuda de un detergente delicado, lávelos a mano. Este procedimiento le garantizará que los elásticos de su sostén se mantengan en buen estado por más tiempo, ya que ellos son los que dan el soporte adecuado.
En caso de que use lavadora, recuerde ayudarse con un saco de ropa íntima para introducirlo en el tambor. Antes de llevarlos a la bolsa, abroche los sujetadores de gancho para mayor efectividad de esta técnica. Esto evitará que los elásticos se estiren y se enreden entre otras piezas de ropa.
Ponga a secar los sostenes en un tendedero y evite el uso de secadora debido a los daños que imprime el calor.
Si quiere saber más sobre este tema, consulte el siguiente vídeo:
