evitar el castigo físico en niños
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Consejos para evitar el castigo físico en niños

Cuando un adulto golpea a un pequeño demuestra que tiene un problema

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La manera de educar a los niños ha cambiado en los últimos años. Antiguamente, los chicos recibían palos a diestro y siniestro cuando hacían una travesura o cuando sus padres, y a veces sus profesores, consideraban que habían infringido una norma. En la actualidad, son diversas las leyes que protegen a los menores del maltrato infantil. Para evitar el castigo físico en niños, es bueno que aprendas unos sabios y prácticos consejos.

Cómo evitar el castigo físico en niños

Los progenitores que azotan a sus hijos lo suelen hacer basándose en el modelo de educación que tuvieron sus padres con ellos. Dado que en su cabeza es normal reprender a sus hijos con golpes, estos no se dan cuenta que, quien realmente tienen uno problema son ellos al no saber controlar su carácter.

Cierto es que, algunos, tras gritar o pegar a los pequeños, se sienten culpables e intentan justificarse diciendo que “no tenía otra opción” o que “era lo que tenía que hacer para que los chicos aprendan.” Ante este tipo de situaciones, hay que plantearse si lo que se quiere hacer es educar a los niños desde el miedo o desde el respeto. También las consecuencias  psicológicas que los porrazos pueden tener sobre los pequeños.

Dedica tiempo a tus hijos

Pasar tiempo con los niños desde que son bien pequeños hará que los lazos entre vosotros sean más fuertes. Gracias al diálogo conseguirás llegar más a ellos y enseñarles que en la vida es lógico pasar por situaciones incómodas. No obstante, siempre hay una manera de solucionar los problemas.

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Adapta reglas y límites a su edad

No puedes reprender de la misma manera a un chico de 3 años que a uno de 14. Por tanto, usa el sentido común y acuerda con ellos los límites. De esta manera, será mucho más fácil que las cumplan.

Acuerda las normas, los límites y las consecuencias

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Una forma muy efectiva de evitar el castigo físico en niños es hablar con ellos y acordar las normas, límites y consecuencias. Estos deben saber que tienen que cumplir unas pautas y que no pueden traspasar los límites o, de lo contrario, tendrán una reprimenda, la cual no debe ser un golpe.

En el caso de que no se porten bien, te tienes que mostrar firme y hacer que cumplan su castigo. De lo contrario, te perderán el respeto y harán siempre lo que quieran.

Escúchalos

En ocasiones, los mayores intenta imponer su opinión y no dejan que los niños expresen su opinión porque no consideran que lo que piensen sea válido. Éste es un gran error. Aunque sean pequeños, deben tener voz y la libertad de decir lo que piensan. Al escucharlos podrás entender a qué se deben ciertos comportamientos, aunque estos no sean los adecuados. Aunque luego le castigues, el hecho de que le permitas hablar hará que se sientan bien  al estar atendidos emocionalmente y que vean que su criterio es importante para ti.

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Retírale los privilegios

Una manera muy útil de evitar el castigo físico en niños es retirarles los privilegios. Eso le dolerá más que el porrazo y también prevendrás que sufran problemas en un futuro al relacionarse con los demás. Al mismo tiempo, ayudas así a reducir el riesgo de que padezcan alteraciones mentales.

Aplica castigos coherentes

Cuando tu hijo incumpla una norma, sé coherente con la penitencia que vas a aplicar. Asimismo, ésta debe estar ajustada en el tiempo para conseguir el efecto deseado, es decir, que aprenda de sus errores.

Sé un buen ejemplo

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Los críos aprenden por imitación, sobre todo de sus padres, profesores y de las personas adultas que les rodean. Si tú eres violento para con ellos, estos desarrollarán una actitud agresiva que les acompañará durante toda su vida. Este hecho les podrá acarrear diferentes problemas en el futuro ya que los obstáculos no se resuelven con puñetazos.

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Descubre qué cosas hacen los padres que crían niños bondadosos.

Piensa antes de actuar

Antes de actuar de manera impulsiva, reflexiona unos segundos o minutos. Piensa en las futuras consecuencias de tus actos y si dichas acciones lograrán tu objetivo final que no es otro que educar a tu hijo.

Si ves que te estás alterando demasiado, es mejor que esperes y tengas una conversación con el niño cuando estés más calmado. Esto ayudará a que trasmitas mucho mejor el mensaje que deseas y a que éste sea más efectivo. Recuerda que es normal que cometa errores, como personas que es. No obstante, es bueno aprender a tener inteligencia emocional para ahorrarse ciertos problemas.

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Lleva una vida saludable

El ejercicio físico y una alimentación adecuada son mucho más importantes de lo que te puedes llegar a imaginar. Ésta, además de ayudar a que mantengas la silueta, te previene de diversas enfermedades. Asimismo, fortalece tu salud emocional.

Malos hábitos como el alcohol, las drogas o el tabaco harán que estés alterado, en gran parte, dado que no podrás dormir las horas adecuadas o porque no tendrás el control de tu persona. Como consecuencia, las probabilidades de que puedas ser violento son muchas mayores.

Busca ayuda

Algunos niños son muy rebeldes y manejarlos es complicado sin perder la paciencia. Si consideras que tu hijo se te está yendo de las manos y no sabes qué más hacer, buscar ayuda con un profesional es una muy buena opción. Éste os enseñará técnicas a los dos para que podáis establecer una comunicación fructífera que permitirá que la convivencia en el núcleo familiar mejore.

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La educación que le des a tus hijos se verá reflejada en la sociedad en la que viven. Un claro ejemplo es el siguiente vídeo. Míralo y comprobarás qué pasa si le dices a un niño que golpee a una chica.

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