El mundo de hoy se enfrenta a muchos nuevos retos. Parte de las políticas actuales al nivel legal se basan en promover la inclusión, bien sean la inclusión racial, de género, cultural o por discapacidades.
La verdad es que aunque las leyes promuevan la integración, la más de las veces lo que dice el papel no se incorpora en la mentalidad de las personas, y siguen manifestándose formas sutiles o abiertas de exclusión social. Este caso es muy notorio cuando se trata del tema de las discapacidades, y el autismo es uno de ellos.
Shane Stephensen tiene un hijo autista de 6 años llamado Reilly. Como todo niño de su edad, le gusta jugar, pero sobre todo, como todo niño, necesita socializar. La interacción social en su caso muy particular es fundamental para promover en el pequeño buenas oportunidades para su futuro.
El padre de Reilly creía tener muchos amigos, pero cuando su hijo alcanzó la edad referida de 6 años, se dio cuenta de que ninguno de sus supuestos amigos lo había invitado jamás a ninguna fiesta de cumpleaños. Shane comprendió, finalmente, que su hijo era discriminado por su discapacidad.
Frustrado por la situación, viendo que sus amigos le habían dejado solo, habían aislado a su niño y a la misma familia de los eventos sociales, no pudo contenerse más, y compartió por las redes unas duras palabras que su esposa más tarde difundiría, con el afán de crear conciencia sobre el problema del autismo en la sociedad y cómo nos enfrentamos a éste.
Así, el mensaje finalmente se volvería viral a través de la cuenta de Twitter @life_of_reillys, y es el clamor de un padre por un poco de solidaridad es un mundo aparentemente inclusivo, pero realmente hipócrita.
Shane expresó:
Muchas personas han manifestado su apoyo a esta pareja y a su niño Reilly. El debate no se ha hecho esperar. Algunas de las reacciones pueden leerse en la cuenta de twitter:
¿Qué piensa usted?
Aproveche la ocasión y entérese cómo debe ser tratado un niño con autismo para mejorar su interrelación personal:
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