Solo quien tiene la experiencia de pasar por una enfermedad terminal o por una situación similar es quien aprende a valorar realmente la vida y observarla desde otra óptica. Este fue el caso de Athena Orchard, una hermosa niña nacida en Inglaterra.
Athena siempre fue una niña muy alegre y llena de vida, hermana de 9 e hija de un feliz matrimonio conformado por Caroline y Dean Orchard.
De un momento a otro, Athena empezó a sentirse muy mal, presentaba un dolor muy fuerte en los huesos, debilidad y había bajado mucho de peso. Sus padres decidieron llevarla al médico para realizarle exámenes y descubrir qué le sucedía, lamentablemente el diagnóstico no fue para nada alentador, Athena, con apenas 12 años tenía cáncer de huesos ya en un estado avanzado.
A partir de ese momento la vida de Athena dio un giro de 180 grados, sus días se resumieron en fuertes sesiones de quimioterapia y radioterapia, junto con operaciones y tratamientos. Su sonrisa nunca se borró de su rostro, aún cuando la situación se volvió muy difícil era ella quien mantenía la fuerza de su familia, era ella quien les decía ¡Sonrían! ¡Coman!. Siempre los contagió con su alegría.
Lamentablemente, solo un año después, luego de tanto luchar, Athena falleció.
Luego del sepelio de la niña, los padres decidieron limpiar su habitación, ya que para ellos era muy difícil seguir manteniendo su cuarto tal cual lo tenía ella. Durante la limpieza, además de toparse con sus pertenencias, ropa, juguetes, dibujos, libros, se toparon con su espejo. Un lindo espejo donde ella acostumbraba a verse y arreglarse, al ver este objeto inmediatamente decidieron moverlo de lugar, pero se encontraron con una hermosa sorpresa.
Athena había escrito un bello mensaje para su familia detrás del espejo.
A continuación le presentamos algunos fragmentos del mismo:
“Nosotros somos dueños de nuestra felicidad, nadie más”
“Gracias por ser mis papás y por existir”
“El amor es hermoso, pero como hermoso, es muy frágil”
“Vivan cada día de su vida como si fuera el último”
“Sean felices”
“La vida es perfecta, no es mala, solo se convierte en mala si ustedes lo permiten”
“No se conformen con solo decir te amo, hay que demostrarlo”
“Quiero enamorarme, estoy esperando para hacerlo, quiero sentir que no puedo vivir sin alguien”
“Me duele, pero ya estoy acostumbrada”
“No lloren, siempre estarán a mi lado, yo los cuidaré”
La familia de Athena se llevó una hermosa sorpresa y decidió compartirlo con el mundo.
Solo Dios sabe por qué hace las cosas.
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