Quedó embarazada producto de una violación, entregó a la bebé en adopción y luego pasó casi 80 años buscándola

¡Minka recibió una llamada telefónica milagrosa!

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Minka Disbrow, una linda señora hoy en día con más de noventa años de edad, sufrió un terrible abuso por parte de un hombre cuando apenas tenía 16 años.

Corría el año 1928 y Minka había salido al parque con una amiga, todo corría muy bien, hasta que se les acercaron tres malvados hombres, uno de ellos se encargó de quitarle la inocencia a Minka, abusando de ella y violándola de una forma totalmente desalmada.

Minka era solo una niña, había sufrido un terrible trauma. Su madre le brindó su apoyo y siempre la consoló, pero todo no acabaría allí. Con el pasar de las semanas, Minka notó el crecimiento de su vientre y su madre le explicó que estaba embarazada.

La noticia fue devastadora para ella, pero como católica, no creía en el aborto y decidió continuar el embarazo, eso sí, con la firme decisión de dejar a la bebé en adopción apenas naciera.

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Pasó el tiempo y Minka tuvo a la bebé en secreto, ningún familiar o amigo supo sobre aquello, solo su madre. La niña nació y se llamó Betty Jane. Al mes de nacida, Minka dejó a la bebé en adopción, lo cual le dolió muchísimo, pero sabía que era lo mejor para la niña.

Durante muchos años, Minka quiso contactar a la organización donde dejó a Betty para reencontrarse con ella, escribió muchísimas cartas, solicitó ayuda, pero no recibió respuesta alguna.

Su esperanza, era la fe en Dios, todos los días rezaba por su hija y le pedía al señor encontrarse de nuevo con ella, prometía no molestarla, solo quería verla antes de morir.

Pasó mucho tiempo, más de 70 años, para que este encuentro fuera posible. Cuando Betty cumplió 70 años, sabiendo que había sido adoptada por una familia durante su infancia, decidió contactar a la organización a donde fue llevada para contactar con su madre biológica.

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Cuando Betty contactó con la organización, le fueron entregadas las muchas cartas escritas por su madre. Inmediatamente decidió contactarla y a los pocos días sucedió el milagro.

El encuentro fue maravilloso, muy emotivo, lleno de alegría, lágrimas y fe en Dios.

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El video presentado a continuación muestra parte de este milagroso encuentro, junto con el testimonio de Minka:

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Esta historia nos invita a no perder la esperanza, la fe mueve montañas.

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