Los perritos son, definitivamente, un mundo de fascinación y alegría, aunque ellos no siempre tienen buena suerte.
En el país de Brasil, en un sector conocido como Mogi das Cruzes, un perro deambulaba cerca de un terreno en el que muy pronto se construiría una gasolinera. El perro había sido abandonado por su dueño, y lo más probable es que estuviera esperando a que regresara por él.
Este terreno y el proyecto de a gasolinera pertenecía a una mujer llamada Sabrina Plannerer. Sabrina hizo todo lo posible por sacar al perro del lugar, pues además podía ser un problema durante las obras a realizar.
A pesar de todos sus esfuerzos, el perrito no se iba, sino que insistentemente merodeaba el lugar, como quien busca algo de calor humano.
Pronto, llagaba la fecha de la inauguración, y la escena de aquel perro vagabundo le daba mucha tristeza a Sabrina, así que decidió hacer algo inesperado. Sabrina lo nombró empleado de la gasolinera.
Adoptó al perrito finalmente, que terminó por seducir su corazón,y le puso por nombre Negao. Luego, le asignó una identificación y hasta le puso un uniforme.
Ahora, cada vez que las personas visitan esta gasolinera, Negao los recibe y ellos interactúan con él. El perrito se ha transformado en un valor agregado del lugar, y la gente se ha encariñado de tal manera que han comenzado a traerle obsequios y detalles a Negao, el gran trabajador de la gasolinera de Mogi das Cruzes.
Usted puede ver en las fotos y el vídeo que compartimos con usted la cara de alegría y relajación de lo que fue, un día, un perro abandonado, y hoy es un perro amado: