La hipertensión, también llamada presión arterial alta, se considera una enfermedad crónica y un problema de salud pública debido a la gran cantidad de personas que la padecen, combinado con el bajo número de control adecuado. Una encuesta realizada en 2017 por VIGITEL y publicada por el Ministerio de Salud de Brasil, descubrió que el número de hipertensos autoinformados en las capitales y el Distrito Federal aumentó del 22,6% en 2006 al 24,3% en 2017. Incluso con tantos diagnósticos, muchas personas todavía no comprenden el peligro que esta dolencia representa para su salud y ni siquiera saben cuáles son los tipos de hipertensión. Esta información es el primer paso para aprender a prevenir y tratar el problema de manera efectiva.
¿Qué tipos de hipertensión existen?
De modo general, la presión arterial alta ocurre debido a la fuerza que la sangre necesita para pasar a través de las arterias y circular por todo el cuerpo. Una cierta presión es normal, porque sin ella la sangre no llegaría a todos los sistemas del cuerpo.
No obstante, esta presión debe estar equilibrada, es decir, ni muy alta ni muy baja. De lo contrario, todo el organismo sufre las consecuencias, porque si la sangre no llega con la presión adecuada para cada órgano, estos no podrán funcionar correctamente. Cada parte del cuerpo depende de los nutrientes y el oxígeno que la sangre transporta y distribuye constantemente.
En los tipos de hipertensión, lo que los distingue no es la fuerza de la presión arterial, sino la causa:
1. Primaria
En el tipo primario, la enfermedad no tiene una causa específica. Puede deberse a una predisposición genética combinada con un estilo de vida poco saludable, o incluso por una combinación de factores como tener más de 50 años, llevar un estilo de vida sedentario, comer mal, fumar y vivir bajo estrés constante.
2. Secundaria
Entre los tipos de hipertensión, esta se debe a otro problema de salud diagnosticado como diabetes, problemas renales o el síndrome de Cushing, una enfermedad caracterizada por la liberación excesiva de la hormona cortisol.
Clasificación de la hipertensión
La única forma de tener un diagnóstico de hipertensión es medir la presión. Lo ideal es que este simple y rápido examen se realice por un profesional de la salud para garantizar el diagnóstico correcto. También debe hacerse siguiendo las pautas médicas para que el resultado sea correcto sin alteraciones. La clasificación de la hipertensión se hace de la siguiente forma:
- Presión óptima: la presión considerada óptima, que debe mantenerse como está, es 12 × 8. Lo ideal es aprovechar la oportunidad de adoptar un estilo de vida más saludable, para evitar que aumente la presión.
- Presión normal: cuando una secuencia de mediciones de presión indica que el promedio es 13 × 8.5, todavía se considera normal. Pero uno necesita adoptar mejores hábitos de estilo de vida para que no se vea incrementada.
- Presión limítrofe: al límite que se puede alcanzar de la presión es de 13 a 13.9 por 8.5 a 8.9. En tales casos, también es muy importante adoptar un estilo de vida más saludable de inmediato para no precisar comenzar a tomar medicación controlada.
- Hipertensión en etapa 1: una persona cuya presión arterial media es de 14 a 15.9 por 9 a 9.9 ya se considera hipertensa. En este caso, para mantenerse con la hipertensión en etapa leve o incluso para poder reducirla, lo cual es posible en algunos casos, es necesario usar un tipo de medicamento, además de adoptar una vida saludable;
- Hipertensión en etapa 2: este es el tipo de hipertensión moderada, que varía de 16 a 17,9 a 10 a 10,9. En este caso, además de una dieta más restrictiva y actividad física diaria, es posible que ya se necesiten hasta dos tipos de medicamentos para controlarla.
- Hipertensión en etapa 3: este es el tipo más grave de hipertensión. Marca números peligrosos de 18 × 11. Se requieren dos o más medicamentos para mantener el control, además de un estilo de vida muy estricto y riguroso.
Si no estás seguro de cómo va está presión arterial, ves a una farmacia o centro de salud para verificarla. Haz esto temprano por la mañana, antes de tomar café, fumar, tomar cualquier medicamento o realizar cualquier actividad física. El cuerpo debe estar “a cero”. También debes tener la vejiga vacía y no usar ropa ajustada.
