El síndrome de cauda equina, (CES) por sus siglas en inglés, es un problema neurológico poco conocido dado que no muchas personas lo sufren. Sin embargo, es preciso conocerlo porque las gravísimas consecuencias que puede sufrir el paciente son terribles, sobre todo si no se opera a tiempo. Este desorden afecta a la comprensión de las raíces distales de los nervios de las lumbares, los sacros y los coccígeos.
Cómo afecta el síndrome de cuda esquina al cuerpo
Las palabras ‘cauda esquina’ provienen del latín y significan ‘cola de caballo’. Esta es la zona que alberga el segmento distal de la columna vertebral, en concreto de donde se sitúan los nervios espinales.
El síndrome de cuda esquina tiene la particularidad de que no presenta síntomas. De un día para otro aparece al realizar un movimiento sin importancia. Los signos son pinchados en las piernas, dolor nervioso y adormecimiento en la zona de adentro de los muslos y en la parte interior de estos.
Cabe destacar que los signos de este desorden neurológico tienen lugar cuando los discos de la columna de desplazan hasta chocar con los nervios. Ante esto, lo que se debe hacer es acabar con la presión que padece la persona afectada.
Para tratarlo, se necesita intervenir al paciente. De lo contrario, este puede padecer perjuicios en distintas partes del cuerpo. Esto incluye las piernas, la vejiga, el intestino e incluso los órganos sexuales.
Cómo afecta el desorden
Ante los dolores, la persona debe acudir de inmediato a un centro médico y exponer sus síntomas. El facultativo que la atienda le deberá hacer una resonancia para poder diagnosticar el síndrome de cauda esquina. Una vez dictaminado cuál es el estado del paciente, se le debe practicar una operación para descomprimir los discos y los nervios. Se debe tener en cuenta que pasadas 24 horas desde que el problema aparece, las consecuencias para el enfermo pueden ser letales hasta el punto de que pierda movilidad permanente, si no se actúa con rapidez.
Un ejemplo de lo que puede padecer una persona con el síndrome de cuada esquina es el testimonio recogido por la BBC del excampeón de levantamiento de pesas, Martin Brown. Este estaba entrenando en el gimnasio cuando se lesionó. Por culpa de esta enfermedad, ha perdido su masculinidad “al experimentar disfunción sexual”. Asimismo, es preciso que siga una dieta “estricta para controlar la vejiga e intestinos.” Según Martin, “es desmoralizador y deshumanizante. Realmente (el desorden) golpeó mi autoestima”.
Catrina Farnell es otro ejemplo de los efectos secundarios de este síndrome. La británica era bailarina y a sus 23 años sus sueños se truncaron por este problema de salud. Esta disfrutaba de un partido de fútbol americano cuando se inclinó para agarrar una bolsa. En ese momento sintió “un dolor insoportable”. Dado que nunca había “escuchado hablar del síndrome de cauda equina, así que no supe que corría contrarreloj“.
Cuando se levantó al día siguiente, no podía mover las piernas”, estaba entumecida, sentía un dolor punzante y fui perdiendo la capacidad de orinar”. En la actualidad, con 31 años, va en silla de ruedas y también se tiene que ayudar con muletas. Tanto su vejiga como sus piernas e intestino están realmente damnificados.
Descubre por qué el dolor de espalda puede ser señal de muerte prematura.
Para ampliar la información sobre este síndrome, no te pierdas el siguiente material audiovisual.
