se forma en nutrición a los 87 años
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Anciana se forma en nutrición a los 87 años

La edad no fue un obstáculo para que consiguiera su sueño

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Se dice que el conocimiento no ocupa lugar y que nunca es tarde para lograr los sueños y las metas. De estas palabras se desprende que la edad no debe ser un impedimento para hacer nada. Eso lo sabe bien una anciana que se forma en nutrición a los 87 años.

Una italiana se forma en nutrición a los 87 años

El camino y la vida de Luísa no fueron fáciles. A temprana edad tuvo que dejar su Italia natal para irse a Sudamérica durante la Segunda Guerra Mundial. Eso hizo que tuviese que aparcar muchos de sus sueños.

No obstante, la vida le dio, en la vejez, la oportunidad que le quitó en su juventud y la anciana se forma en nutrición a los 87 años. El caso de superación de Luísa recuerda al del albañil que caminaba 42 kilómetros por día para estudiar derecho.

El camino al éxito

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Luísa Valencic estuvo viviendo en 3 países de Sudamérica antes de asentarse en Jundiaí, São Paulo, Brasil. Tras una vida dedicada a su familia, cuando su hermano y marido fallecieron precisaba ocupar su mente para no pensar todo el rato en las pérdidas afectivas que había tenido.

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Fue en ese momento cuando decidió apuntarse a un curso de enseño superior para adultos. Tras 6 años en los que tuvo que hincar los codos a base de bien, Luísa logró su sueño: tener un diploma y ¡bien merecido!

Al la celebración no acudieron los familiares de la señora ya que viven en Italia. No obstante, eso no hizo que Luísa estuviese sola. Sus compañeros, profesores y familiares de otros alumnos arroparon a la anciana cuando se forma en nutrición a los 87 años.

Al llegar su turno de subir al estrado, la italiana recibió una gran ovación. Asimismo, todos los asistentes se levantaron para rendirle homenaje a su tesón, valentía, coraje y esfuerzo.

El mundo de la informática

Dado que Luísa no estaba muy ducha en el mundo de la informática, preciso de ayuda para realizar su trabajo fina de carrera, el cual centró en la caña de azúcar en Brasil. Diversos empleados de la facultad se prestaron a ayudarla en la digitalización para que ésta pudiese entregar su proyecto tal y como exige la universidad. Este punto fue un gran logro para ella ya que aprendió mucho y supo superar las adversidades.

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Las ganas de Luísa por aprender no se limitan a su título de nutrición. Ahora se ha propuesto hacer un postgrado y compaginarlo con otras actividades que adora. Éstas son escribir poemas y aprender inglés, francés y alemán.

Consejo final:

Definitivamente, esta italiana es un ejemplo a seguir. Siempre que las condiciones físicas lo permitan, no hay que venirse a bajo por la edad y quedarse encerrado en casa. Cada día que pasa es un regalo que la vida te da y tienes que aprovecharlo al máximo. Recuerda que no existen límites en la vida y si los hay es porque tú te lo pones.

Para finalizar, en el próximo vídeo podrás conocer la historia de un mexicano que entró en la facultad casi a sus 80 años para estudiar una carrera.

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