¿Estás iniciándote en la cocina o conoces a alguien que necesita que le echen una mano? Si es así, aprovecha este artículo, ya que está hecho especialmente para ti. Son consejos perfectos para principiantes en la cocina. Sí, ese tipo de cosas que todo el mundo ya hizo mal algún día y que son muy fáciles de seguir.
Es mejor aprender de la experiencia de otros… Por lo tanto, de nada sirve llorar sobre la leña del árbol caído (sí, tienes que lavar incluso las parrillas del fogón). ¡Seguir!
Todo principiante en la cocina necesita saber esto
Esta lista no cubre todos los incidentes (y accidentes) que pueden ocurrir en la cocina, ya que es un verdadero campo minado (sin querer asustarte, claro está). Pero conocerás cómo evitar problemas, tratar los que ya han sucedido y hacer algunas cosas básicas de forma más fácil.
1. Sigue la receta, por favor
Aquellos que tienen más experiencia en la cocina pueden adaptar bien las recetas con lo que tienen en la despensa. Pero si estás empezando ahora, es mejor que la sigas estrictamente lo que indica, prestando atención a cada paso.
2. Deja todo separado
¿Has leído la receta dos o tres veces? Bien, pues entonces separa los materiales en frascos pequeños, con la cantidad que usará para cada uno.
3. Dora la cebolla y el ajo
Cuando una receta lleva cebolla y el ajo dorados, no significa que tengas que hacerlo al mismo tiempo. En primer lugar, pon la grasa (aceite de oliva, mantequilla, aceite) en la sartén, a fuego lento y añade la cebolla. Dado que tardará un tiempo, es preciso que tengas paciencia … Cuando esté más suave y cambie de color, puedes incorporar el ajo. Se dorará muy rápido y se quemará si lo pones todo junto.
4. Debes saber que la mantequilla quema
¿Vas a freír un filete con mantequilla? Coloca un hilito de aceite de oliva u otro aceite vegetal. El punto de fusión de la mantequilla es mucho más bajo que el de los aceites vegetales y termina quemándose rápidamente. Hacer una mezcla con el aceite de oliva evita que esto suceda y, si no lo mezclas, le dejará a tu receta un sabor extraño.
5. A la hora de fritar, verifica si el aceite está caliente
En caso de que no lo sepas, la fritura por inmersión es ese tipo de fritura que se hace en una gran cantidad de aceite, en el que sumerges la comida por completo, como las patatas fritas. Cuando poner la sartén a calentar (que debe ser alta), coloca una cerilla dentro. Cuando se ilumine, eso significa que estará a la temperatura ideal para freír.
Baja el fuego y pon la comida con la ayuda de una espumadera, sin meter la mano en la olla.
6. Huevo frito sin error
Puede que no lo parezca, pero hacer huevo frito puede ser un desafío. Pero no te preocupes, todo lo que necesitas es una sartén antiadherente. Mira en las tiendas. Es barata y vale la pena.
Rompe el huevo en un vaso, calienta la sartén, añade un poco de aceite y vierte el huevo. Pon la sal al final, para no salpicar demasiado. Tapa y frita a fuego lento. De esta manera se fritará por igual, sin ese blanco crudo desagradable en la parte de arriba.
7. El arroz quemado tiene salvación, los frijoles no tanto
Si el arroz se te ha quemado, retira la parte superior y ponlo en un tazón. Cubre con un paño de cocina muy húmedo y tapa, permitiendo que llegue al punto solo. El sabor a quemado desaparecerá.
Si eso te ocurre con los frijoles, di que se ahumaron y reza para que te crean …
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8. Haz frijoles rápidos y deliciosos
Probablemente, todavía no tengas el coraje de usar la olla a presión, pero puedes cocinar los frijoles más rápido, incluso sin ella. Para hacer esto, pon en remojo los frijoles la noche anterior en abundante agua. Escúrrelos a la hora de cocinarlos y colócalos en la olla sin sazonarlos. Espera para condimentarlos en el momento, manteniendo la frescura todos los días.
9. La pasta unida vencerá
Para evitar que se pegue en el almuerzo, hierve suficiente agua, cubre la pasta y deja más de la mitad. Coloca un hilito de aceite y añade la pasta solo cuando esté burbujeando. Déjala a fuego alto y revuelve de vez en cuando para aflojar los hilos. Escurre cuando esté suave, pero sin desmoronarse.
10. Salsa súper ácida
La salsa del mercado no es la cosa más deliciosa del universo, pero te puede salvar de un apuro. Para eliminar la acidez, puedes agregar una cucharadita de azúcar (para un paquete) o rodajas de zanahoria al cocinarla.
11. No eches mucha sal
¿Crees que un echar mucha sal resuelve el problema del plato? Pon la mitad. Por lo tanto, puedes probar y ajustar la sal, si es necesario.
12. Tratar cortes y quemaduras
Por desgracia, ocurrirán, ocasionalmente. Olvídate de las recetas de mantequilla de la abuelita; la quemadura se trata con agua fría. Coloca la mano debajo del grifo y déjala actuar por lo menos 1 minuto. A seguir, aplica una pomada adecuada para quemaduras (tenla en tu kit).
Si te cortas el problema, vale la pena evaluar si es superficial o si necesitas asistencia médica. Si es superficial, lava bien el corte y presiona el área hasta que deje de sangrar, pasando luego una pomada.
13. Aleja los utensilios inflamables
Evita incidentes en la cocina dejando el alcohol y otros productos inflamables lejos. Cómprate guantes para agarrar los platos calientes e incluso mangos de ollas. Siempre deja los cables dentro del fogón, evitando golpes y quemaduras. Átate el cabello y usa ropa menos inflamable y no tan fluida, dejando tu barriga y mangas lejos del fogón.
14. No te rindas
Puede parecer complicado, ¡pero con el tiempo te habituarás! Prueba nuevas recetas y diviértete con los errores. Ten en cuenta que todo el mundo los ha cometido, ya que nadie nace sabiendo.
