Las gatas tienen gatitos en un lugar que consideran seguro, aunque esté sucio y abandonado. Por eso, una gatita de Filadelfia, en Estados Unidos, decidió tener su camada en un remolque abandonado.
Cuando los voluntarios del rescate animal recibieron la llamada de que había gatitos en un remolque abandonado, se pusieron inmediatamente manos a la obra.
El remolque no tenía condiciones higiénicas para recibir a los recién nacidos, aunque fueran gatitos.
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Por eso, los voluntarios estaban preocupados por no encontrar a los gatitos entre tanto desorden y suciedad.
De hecho, si dependieran sólo de su vista, tendrían grandes dificultades. Pero en un momento de su búsqueda, oyeron chirridos procedentes de un montón de tubos aislantes desechados, y rápidamente empezaron a cavar.

“Empezaron a mover los tubos y encontraron a los gatitos dentro de uno de ellos”, explicó Pat Maloney, vicepresidenta ejecutiva de The Pet Adoption and Lifecare Society, al sitio web The Dodo.
The Pet Adoption and Lifecare Society ya había acordado acoger a la madre y a sus gatitos si eran localizados, así que una vez que estuvieran a salvo fuera del tubo, serían atendidos inmediatamente.

“Cuando abrieron los ojos, tenían infecciones oculares leves, algo habitual en los gatitos que proceden de circunstancias poco ideales”, explica Maloney.
“Han empezado a tomar medicación para tratar la infección y están muy bien. A mamá le aterrorizan los humanos, así que se le anima a abandonar el nido cuando tenemos que ocuparnos de ellos, pero en esta fase los manipulamos lo menos posible para mantenerla tranquila y segura.”

La suerte para esta mamá gata y su camada de gatitos es que la gente del barrio la vio pasear y su aspecto de recién parida.
La gente pronto se imaginó que había gatitos por ahí, en algún rincón escondido, pero que no estaban en buenas condiciones de salud. Estas buenas personas salvaron unas vidas que ahora darán más alegrías a las familias que los elijan.


