Nadie comprende al 100% la relación que cada dueño tiene con su mascota. Esa relación es obligatoriamente diferente de todas. Cada persona es diferente, al igual que los animales.
La familia Hickey sabía que su hijo Jonny era diferente de todos los otros niños. Desde temprano investigaron con la intención de descubrir qué lo hacía tan diferente de los demás, hasta que sus sospechas fueron confirmadas por los médicos, ¡Jonny era autista!.
El simple acto de socializar es algo muy difícil para una persona con autismo. Jonny vivía en su propio mundo. Nadie podía hablar con él, ni sus padres.
En septiembre de 2012, la pobre cachorrita que mostramos a continuación fue encontrada y llevada para un refugio animal local. La dejaron en una jaula en la autopista, se encontraba en una terrible situación.
Después de examinar al animal, los veterinarios descubrieron que se trataba de una mezcla entre Stafforf y Pit Bull, lo más impactante, es que la perrita tenía apenas 4 meses de vida. Sus heridas, contaban por ellas mismas la terrible historia de prisión y abuso que había vivido.
Los funcionarios del refugio afirmaron que la perrita vivió durante los primeros 4 meses de su vida en una jaula, la cual posteriormente fue abandonada para un destino incierto. El pobre animal sobrevivió a los tratamientos. Todos admiraban su voluntad de vivir. Darle un nombre a un animal lleno de coraje como él es tan fácil: Xena, ¡Princesa Guerrera!
Xena se recuperó muy rápido y comenzó a vivir una vida normal de cachorro. Pero algo faltaba… una familia amorosa.
Con la esperanza de encontrar una familia para Xena, el refugio de animales decidió lanzar una campaña en Facebook, donde mostraron su historia.
Confiar en las personas nuevamente fue un proceso lento, pero todos los funcionarios del refugio afirman que crear una relación con Xena era algo fantástico.Pero ella no se quedaría mucho tiempo alegrando la vida de los funcionarios…Xena conoció una familia: ¡la familia Hickey!.
Para sorpresa de todos, ese encuentro reveló un amor a primera vista entre Xena y el niño autista, Jonny. La familia se llevó al animal para casa, en un intento de ver si el niño se comenzaba a relacionar con alguien y fue un éxito, ¡ellos pasaron el día juntos!.
El niño casi olvidó por algunos momentos su miedo al contacto. Hasta dejó que Xena le lamiera el rostro, algo impensable en el pasado.
Al ver tanta alegría de parte del niño, la familia decidió adoptar a Xena.
Los padres del niño estaban muy felices por ver progresos Su madre dijo entusiasmada: “Jonny tenía un vocabulario muy limitado, pero desde que Xena llegó a nuestra familia, su voluntad de hablar casi explotó. ¡Jonny es una nueva persona!
Jonny salió de su cascarón. Él mismo descubrió las campañas de sensibilización para cambiar la perspectiva de la comunidad sobre las personas con autismo. En esa ocasión, hasta habló públicamente, delante de una gran multitud. Todo gracias a Xena, que ganó el premio ASPCA en 2013.
Esta historia historia calienta el corazón de todo el mundo. Es sorprendente ver el poder de una amistad y la magia que un cachorrito puede tener en nuestra vida.
Imposible ver el video que hizo su mami, sin conmovernos:
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