Cada persona tiene sus propias razones para realizar determinadas acciones en la vida. Si una madre biológica entregaba a su hijo a otra familia, también tenía sus razones, como fue el caso de Holly, que entonces sólo tenía 16 años.
Esta es la historia de Benjamin Hulleberg, un profesor sustituto de instituto, que desde muy joven supo que sus padres, Angela y Brian Hulleberg, lo adoptaron cuando era un bebé de su madre biológica, a la que sólo conocía por su nombre de pila, Holly.
“Siempre fue una conversación muy positiva”, dijo la joven de 20 años a Good Morning America. “Eran mis padres expresando su gratitud por Holly o yo hablando de lo agradecida que estoy por ella y de cómo quiero conocerla algún día”.
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Sin saberlo, Holly Shearer también pasó años pensando en el bebé que había dado en adopción el día de Acción de Gracias de 2001.
“Pensé en él todo el tiempo”. Shearer era una adolescente cuando dio a luz a Benjamin. Durante los tres años siguientes a su adopción, los Hulleberg enviaron cartas sobre su bienestar y fotos que documentaban su crecimiento.
Sin embargo, cuando las actualizaciones cesaron y su agencia de adopción cerró en 2014, Shearer anhelaba saber más sobre el niño al que había renunciado.
Tras una exhaustiva búsqueda en Internet, Shearer llegó a la página de Benjamin en las redes sociales. “Tenía 18 años cuando lo encontré y estaba muy indeciso”, relató. “Tenía tantas cosas en su vida… Lo último que quería hacer era poner un obstáculo en su vida. Así que me limité a observar desde lejos”.
Lo que no sabía es que Benjamin llevaba años hablando con sus padres sobre la búsqueda de su madre biológica. Escribió cartas, se inscribió en un registro de adopción e incluso se hizo una prueba de ADN con la esperanza de encontrarla.
Sus caminos se cruzaron finalmente cuando Shearer le envió un mensaje en Facebook, deseándole feliz cumpleaños hace seis meses.
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“Recuerdo el lugar exacto en el que estaba cuando recibí el mensaje. Estaba en el trabajo. Yo era operador de máquinas y recuerdo que estaba en la máquina número 15”, recuerda Benjamin. “Estaba entre nuestras comprobaciones de calidad cada hora y cogí mi teléfono y vi su mensaje y simplemente contesté… Cuando me contestó y me explicó realmente quién era, me golpeó como un ladrillo. Estaba llorando. Eran emociones muy positivas. Pero para mí, este es un día que he estado esperando durante los últimos 20 años de mi vida, e imaginar que por fin iba a suceder era indignante. Era mucho para asimilar”.
Después de haber esperado tanto tiempo para reencontrarse con su madre biológica, Hulleberg no perdió el tiempo y pidió a Shearer que se reuniera con él. “No estaba dispuesto a esperar más. Esperé 20 años y eso fue suficiente para mí”, explicó.
Shearer admitió que se sorprendió cuando Benjamin le pidió que se reuniera con él lo antes posible. “Me pidió que nos reuniéramos, como inmediatamente, me sorprendió un poco. No me lo esperaba, pero quería reunirse inmediatamente. Y luego planeamos una cena al día siguiente para reunirnos en Red Robin con nuestras familias”.
La pareja se reunió finalmente el 21 de noviembre de 2021, con ambas familias presentes para compartir su felicidad.
Shearer y su familia se reunieron por primera vez con Angela y Brian Hulleberg. “Tenían básicamente el mismo aspecto que recordaba, así que fue genial. Nos sentamos y charlamos hasta que nos sentamos”, dijo.
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“Entonces, unos cinco minutos después de sentarnos, Benjamin se acercó y me dio una palmadita en el hombro y la alegría me inundó, y nos sentamos allí abrazados durante unos cinco minutos y llorando y eso, no puedo creerlo. Simplemente ocurrió”.
Al recordar el emotivo encuentro, Benjamin lo describió como una experiencia surrealista. “Cuando la vi, se levantó y me dio un abrazo y lloré. La miré y pensé: ‘Eres real, como si estuvieras delante de mí’. Y fue surrealista”, dijo.
“Sin duda, diría que fue un sueño hecho realidad”, continuó Benjamin. “He dicho eso sobre cosas en mi vida, como ‘Oh, estoy tan contenta de haberme graduado’. Es un sueño hecho realidad”. ¿Pero eso? Ha sido la vez que más he dicho eso”.
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La reunión entre las familias Shearer y Hulleberg duró más de tres horas. Durante ese tiempo, Benjamin y Shearer también se dieron cuenta de que no estaban demasiado lejos el uno del otro después de todos estos años, ya que ambos habían trabajado en el Hospital St. Mark’s de HCA Healthcare en Salt Lake City durante los dos últimos años: Shearer como asistente médico en el Centro Cardíaco del St. Mark’s, mientras que Hulleberg es voluntario en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital.
Todas las mañanas iba a la sala de mujeres para trabajar. Así que pasaba por delante de la UCIN todos los días. Aparcamos en el mismo garaje, puede que estuviéramos en la misma planta, no tenía ni idea de que estuviéramos tan cerca”, dijo Shearer.
Desde que se reencontró con su madre biológica, Benjamin también ha conectado con su hermanastro y su hermanastra más jóvenes. Ahora intenta reunirse con Shearer, a quien también llama “mamá”, en su despacho al menos una vez a la semana.
“Poder sentarme con mi madre biológica y tomar una taza de café y charlar antes de ir a mi turno en la UCIN…”. Ha sido increíble”, dijo.
Compartiendo algunas palabras de ánimo para otras personas que buscan a sus padres biológicos, Benjamin dijo: “No perdáis la esperanza. Para mí, sentí que estaba en un punto en el que me rendí un poco. He probado muchas cosas y no han funcionado. Llegó cuando menos lo esperaba. Fue algo que sucedió de la nada. No es lo que le ocurre a todo el mundo. Conocer a mi familia biológica y conocer a mis hermanastros y a mi madre biológica, fue muy sanador para mí. Había un pequeño hueco en mí que desconocía y conocerlos realmente lo llenó. Me siento muy completo, me siento muy entero. Por fin estoy preparado para avanzar en mi vida”.
Fuente: Up Worthy
