La vida social está llena de normas, pues sin ellas, la vida entre nosotros sería realmente caótica. Si bien algunas de estas normas acaban por convertirse en rutinas sin sentido cuando los contextos históricos cambian, es cierto también que muchas de ellas siguen vigentes, y descansan sobre la conciencia de que nos protegen de peligros y amenazas.
Las advertencias de una gasolinera son, particularmente, importantes en este sentido. Desafiar normas como no fumar, abastecer el tanque con el auto prendido o usar teléfonos celulares cerca de las áreas expuestas a derrames de gasolina, pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. Pero muchas personas no quieren hacerse cargo de eso.
Recientemente se ha hecho viral un vídeo en el que se muestra a un joven rociando con su extintor a un cliente de una gasolinera. Tal parece que aquel hombre no solo había desatendido las normas que todos conocemos más que bien, sino que había hecho caso omiso de la advertencia que el empleado de la bomba le había hecho.
Además de impertinente y atrevido, esta persona fue grosera, pues pretendió humillar u descalificar a quien de buena manera lo estaba atendiendo. Ante la petición del joven, lo único que hizo este hombre fue decir que luego lo apagaría.
Molesto, el joven decidió apagar el cigarrillo de la forma más alocada que encontró: tomó el extintor y se lo vació encima. Este vídeo que presentamos a continuación muestra el desarrollo de los hechos. Véalo y juzgue por usted mismo. ¿Le parece que este empleado se ha excedido o cree que hizo lo correcto?
