No se debe confundir una enfermedad emocional con una mental dado que en esta última el trastorno se produce por problemas o presiones en el entorno. En lo que respecta a las enfermedades emocionales, éstas pueden llegar a afectar el estado anímico y la salud en general de la persona. Esto es así ya que trastornan el sistema nervioso, el cual se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo del individuo y de la situación en sí.
Las 4 enfermedades emocionales más comunes
Existen multiplicidad de enfermedades emocionales y/o patologías, aunque las más comunes son las siguientes.
Desórdenes de ansiedad o ataques de pánico
La ansiedad es un sentimiento natural en el ser humano que se genera cuando uno está bajo presión o frente una situación de mucho estrés. En moderación no tiene porqué ser negativa. Pero si es constante o abrumadora e interfiere en las actividades cotidianas pasa a ser un trastorno al que hay que prestarle su debida atención.
Los síntomas psicológicos, además de la ansiedad, son tales como preocupación, miedo, irritabilidad, tensión, dificultad para concentrarse y pensamientos negativos.
Por otro lado, en lo que respecta a las señales físicas, éstas se presentan en forma de palpitaciones, sudoración, mareos, malestar estomacal, cefaleas, dificultad para respirar, tensión muscular y temblores.
Depresión
Se trata de un trastorno del estado de ánimo que se reconoce de forma bastante rápida. Sus principales síntomas son un estado depresivo o ánimo bajo durante casi todo el día, desinterés o incapacidad para sentir placer, cansancio, insomnio y pérdida de peso sustancial. El tratamiento requiere de la asistencia psicológica y, en algunos casos, psiquiátrica.
Trastorno bipolar
También llamada bipolaridad, son los cambios de estado de ánimo de forma repentina y brusca. Se trata de vaivenes emocionales en los que se pasa de la depresión y la apatía a la euforia y la actividad frenética.
Trastorno ciclotímico
Es una alteración similar al trastorno bipolar aunque los episodios son más leves y más prolongados. Cuesta más de identificar porque los síntomas son una mezcla de algunas otras patologías.
Consejos para mantener la salud emocional
Tener salud emocional repercute positivamente en el bienestar del cuerpo, no solo de la mente. Estar saludable emocionalmente no es sinónimo de estar alegre de forma permanente. Lo que significa es que se sabe lidiar con los sentimientos, tanto los positivos como los negativos, aprender a entender cuando un problema sobrepasa y se necesita ayuda externa o de un profesional.
Para mantener una buena salud emocional hay que expresar las emociones de forma apropiada. No obstante, no es bueno guardarse nada adentro porque después se acumulan nervios, malestar y tensiones que derivan en problemas. Pensar antes de actuar es el mejor mantra.
La relajación es un buen método para mantener el estrés bajo control. Puedes practicar actividades como el yoga y la meditación, actividad física, pensamiento positivo, respiración profunda y mindfulness. Todas son buenas estrategias para curar este problema. Simplemente, debes elegir cuál es la mejor para ti.
Por otro lado, mantener una vida social activa es muy positivo para la mente porque el ser humano es un ser social. De hecho, un estudio de la BYU University Comunications concluyó que salir con los amigos reduce en un 50 por ciento la mortalidad
Cuidar el estado físico es otra pauta fundamental en la salud emocional. Hacer ejercicio de forma regular, seguir una alimentación equilibrada y saludable y dormir al menos entre 7 y 8 horas diarias es fundamental para la salud.
Consejo final
Aprender a conocer las emociones y cómo controlarlas es un paso fundamental hacia una salud emocional y mental. La información ofrecida en este artículo es meramente expositiva y no sustituye a una consulta con un psiquiatra o psicólogo. Estos son los que te podrán indicar de forma más preciosa cuáles son tus necesidades específicas.
En este video se muestran ejercicios de relajación. Alguno de ellos pueden ayudarte a descifrar qué técnica es mejor para ti.
