Un doctor bailarín sorprende a los niños enfermos en el Children´s Hospital of Orange County en California. Este médico de Estados Unidos hizo suya la frase de que “la risa es la mejor terapia para curar cualquier pena”. De esta manera, el pediatra consiguió que sus pacientes se olvidasen, por unos minutos, de sus enfermedades.
Doctor bailarín sorprende a los niños enfermos
Tony Adkins no sólo es un asistente médico de neurología pediátrica. Él es ese facultativo que tuvo la empatía y la habilidad de devolverle el brillo y la alegría a unos chicos que llevaban días sin sonreír. Te preguntarás que cómo lo hizo. Pues de una manera muy sencilla y natural. Tony entró en la habitación de sus pequeños pacientes moviendo las caderas. Este gesto ha pasado a formar parte de su idiosincrasia ya que afirma que: “una sonrisa es más poderosa” que algunas medicinas.
Por otro lado, el doctor asegura que, de esta forma, los pequeños continúan a ser chicos y no dejan de realizar actividades que harían si estuviesen fuera del hospital.
Lo que comenzó siendo como un doctor bailarín sorprende a los niños enfermos para arrancarles una sonrisa, se ha convertido en toda una atracción en el centro hospitalario. Tal es así que Tony ha sido bautizado como “el médico bailarín”. Igualmente, se ha corrido la voz y los pacientes que llegan a su unidad preguntan por él.
La sensibilidad de este facultativo ha conseguido que enfermos reacios a levantarse de la cama tras una operación, bailen con él cuando éste hace la ronda diaria.
6 Consejos para ayudar a un niño hospitalizado
Tener alguna enfermedad y/o estar ingresado en un centro médico no es una situación agradable para nadie. Menos aún si el paciente es un niño ya que no es fácil explicarles qué es lo que les pasa, dependiendo de la edad que tengan. No obstante, con unas recomendaciones, será más sencillo poder darle a los pequeños la asistencia que necesitan.
Dile la verdad
Lo primero que se debe hacer es hablar con el chico y decirle qué es lo que le pasa. Eso sí, tiene que ser una conversación adaptada a su edad y con un lenguaje que entienda. Bajo ningún concepto se le debe mentir.
Si no sabes cómo hacer este paso, apóyate en los médicos y en los psicólogos.
Responde sus preguntas
Como es sabido, los infantes tienen un sinfín de preguntas sobre la vida y el mundo que están descubriendo y, el caso de una enfermedad, no iba a ser menos. Por lo tanto, contéstale con honestidad a todo lo que te cuestionen. Si no sabes cómo hacerlo, díselo y busca la información.
No te muestres triste
Los chicos son unas esponjas y sus padres son un espejo donde reflejarse. Si ven que estos muestran aflicción, ellos se sentirán así y será más duro el proceso de la dolencia ya que, psicológicamente, estarán mal.
Escúchalos
Habrá momentos en los que los niños no harán preguntas, sino que simplemente necesitarán exponer sus temores y miedos. Escúchalos y demuéstrales que no están solos. La empatía en estos casos es fundamental.
Permítele que tengan juguetes
Evidentemente, es imposible que en el cuarto de un hospital tengan todos sus juguetes. Pero, dentro de lo posible, es bueno que alguno de sus objetos de diversión y aprendizaje estén cerca de los nenes para hacerles sentir más confortables. Con este fin, el doctor bailarín sorprende a los niños enfermos.
Recuerda que el teléfono móvil no es un juguete y se debe evitar que los niños lo usen.
Ser tolerantes
Debido al encierro y al hecho de estar malitos, puede que los nenes tengan cambios de humor bruscos. Las llantinas, cabreos y los berrinches se pueden dar en cualquier momento. En estas situaciones, no hay que ponerse a la defensiva y castigarlos. Se les debe calmar y hacerles entender que esa no es la mejor manera de comportarse.
Consejo extra:
Como es lógico, cuando un hijo tiene una enfermedad los padres se lamentan y se preguntan porqué sus retoños. Es vital aceptar la situación lo antes posible y mantenerse fuerte para poder dar ánimos al paciente. También es bueno pedir ayuda psicológica para los mayores, así estos podrán naturalizar la situación.
La noticia de que el doctor bailarín sorprende a los niños enfermos fue, sin duda, un revulsivo para ellos. Otros ejemplos son los esfuerzos que hacen las enfermeras día a día o los pequeños grandes detalles que han tenido algunos famosos con sus fans más pequeños, como se puede ver en el siguiente vídeo.
