La fibromialgia hace referencia a un dolor intenso tanto en los músculos como en el tejido fibroso. Esto es los tendones y ligamentos. Esta enfermedad, que se suele dar en mujeres, puede ser primaria o concomitante. En el segundo caso esta condición está vinculada a otras malatías. A seguir, se expone cómo es el diagnóstico de la fibromialgia.
Diagnóstico de la fibromialgia
Los pacientes de fibromialgia suelen presentar alguno de los síntomas que sufren las personas con fatiga crónica. Esto se debe a que por causa de los dolores que sufren experimentan un cansancio que les impide llevar una vida normal. Entre los indicios de padecer esta enfermedad destacan la rigidez en todo el cuerpo, especialmente al levantarse. También hinchazón y hormigueo de los pies y las manos.
Otros de los síntomas de la fibromialgia son sequedad en los ojos y la boca. Al igual, colon irritado, ansiedad, dificultad para conciliar el sueño o depresión.
El hecho de que esta enfermedad comparta síntomas con otras, hacen que no exista una prueba específica para el diagnóstico de la fibromialgia. Éste es uno de los grandes motivos por los que, en ocasiones, los médicos creen que las molestias y dolores que sufren las personas son ficticios.
No obstante, la ACR (Academia Americana de Reumatología) ha estipulado 18 puntos del cuerpo como lugares dolorosos a la presión. Para diagnosticar si una persona padece esta enfermedad, debe sufrir dolor en 11 de los puntos. Estos se localizan en la zona del codo, glúteo, rodilla, cadera, parte occipital, región torácica, cervical baja y el área de los músculos trapecio y supraespinoso.
Cabe destacar que para diagnosticar fibromialgia la persona debe haber padecido dolores generalizados por un periodo superior a los 3 meses. Asimismo, ésta no debe tener otra enfermedad que le pudiera causar las molestias.
Con el fin de evitar una valoración errónea, los médicos también acostumbran a realizar análisis de anticuerpos antipéptidos citrulinados cíclicos, tests de la tiroides, pruebas de la velocidad de eritrosedimentación, un hemograma completo y análisis de anticuerpos reumatoideos.
Qué hacer en caso de padecer fibromialgia
Para poder disminuir los dolores de la fibromialgia, dado que no hay un tratamiento que pueda curar todos los síntomas, lo más adecuado es tomar la medicación que el médico recete. Los fármacos suelen ser analgésicos, antidepresivos y anticonvulsivos.
Por otro lado, existen unas técnicas naturales que pueden ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad.
Fisioterapia
La fisioterapia o la terapia física es una opción terapéutica que no utiliza medicamentos para evitar y tratar los dolores crónicos o agudos de distintas malatías. Para ello, emplean masajes con frío, agua, calor, luz o técnicas manuales como la electricidad.
Asimismo, con la fisioterapia se realizan ejercicios que ayudan a mejorar la fuerza, resistencia y la flexibilidad.
Asesoramiento psicológico
Acudir a citas con el psicólogo y/o psiquiatra es muy productivo para tener confianza en uno mismo. Además, un facultativo te podrá educar para que aprendas a actuar ante situaciones de estrés. Saber controlar tus emociones de forma eficaz será muy ventajoso para ti.
Terapia ocupacional
El estrés no es sólo mental. El resto del organismo también lo sufre. Por tanto, hacer terapia ocupacional es beneficioso para que sepas cómo modificar ciertas actitudes que te ayudarán a mejorar tu entorno laboral y personal. Como consecuencia, reducirás el estrés.
Para concluir, puedes ver unos ejercicios para la fibromialgia, en el siguiente vídeo.
