Ya hemos hablado aquí en otros artículos del poder de la musicoterapia en el tratamiento de diversas enfermedades y afecciones. Ahora, conoce la historia del hombre que estaba paralítico y pudo volver a andar y hablar tras someterse a una terapia con sus canciones favoritas.
La terapia con canciones favoritas se utiliza con éxito en personas con depresión y ayuda al desarrollo de niños y adultos autistas. Pero eso no es todo. En general, la musicoterapia beneficia a todo el mundo y puede incluso ayudar a recuperar el movimiento.
Un británico llamado Ian Palmer, de 71 años, sufrió el síndrome de Guillain-Barré en junio de 2022 y tuvo que ser hospitalizado durante meses, sin poder andar ni hablar.
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El síndrome de Guillain-Barré afecta a muchos nervios periféricos de todo el cuerpo. Los síntomas pueden aparecer rápidamente y empeorar con el tiempo, dejando a la persona paralizada en menos de 3 días en algunos casos.
Pero hay tratamiento, y uno de ellos es la musicoterapia, algo que este paciente no tenía ni idea de que fuera posible para ayudarle a recuperar el habla.
“Estuve en cuidados intensivos, con succión las 24 horas del día porque no podía tragar y eso me causaba problemas de asfixia, y tuve una sonda nasogástrica durante más de cuatro meses”, cuenta Ian.
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El síndrome afectó al habla del paciente porque causó daños en la laringe, el túnel situado en la parte posterior de la garganta por el que pasa el aire para crear sonidos.
Cuando el hombre fue trasladado al Sue Ryder Neurological Care Centre, una unidad de cuidados de vanguardia en Lancashire, Inglaterra, la especialista, Clare, sugirió utilizar técnicas de musicoterapia para superar la parálisis corporal casi total de Ian.
Le sugirió que empezara a escuchar todos los días sus canciones favoritas de The Carpenters.
Al principio, el paciente se sorprendió y dudó de que el simple hecho de escuchar sus canciones favoritas hiciera funcionar de nuevo sus músculos paralizados.
“Soy el típico tío del norte y pensé: ‘¿Qué puede hacer por mí una chica con una guitarra? Llévame al gimnasio'”.
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Como no tenía nada que perder, decidió intentarlo de todos modos, y se sorprendió cuando empezó a darse cuenta de los resultados positivos de la musicoterapia en su salud.
“Pero funcionó de verdad. Clare se sentó conmigo y me explicó el proceso. Aprendí que la música es muy diferente de otras terapias porque abre todo el cerebro”, dijo Ian.
La musicoterapeuta enseñó a Ian a cantar una nota larga ayudándose del diafragma.
“Pero ella me explicó que, al activar el diafragma, se entrena al cerebro para que pueda utilizar también otros músculos. Aprende las vías y las reabre”.
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Eso es exactamente lo que ocurrió. “Ella quería algo con lo que me pudiera relajar y, teniendo cierta edad, The Carpenters fue mi elección. Me pidió que lo hiciera antes de acostarme y ahora pongo The Carpenters todas las noches. Me dijo que me olvidara de todo y me concentrara en la música”.
La vida de Ian cambió tras la respuesta del tratamiento, que le permitió recuperar el movimiento para andar y hablar, algo que había temido no poder hacer nunca más.
“Uno de mis objetivos era cruzar la puerta de casa. Ahora puedo coger mis auriculares y salir a pasear haciendo mis ejercicios vocales. Ha sido un impacto tan positivo”, concluyó el paciente, entusiasmado por hacer saber a todo el mundo que las canciones favoritas son tan poderosas cuando se aplican terapéuticamente.
