¿Alguna vez se ha imaginado su futuro?
La idea de planear donde estaremos en el futuro es algo que le quita el sueño a la mayoría de las personas, lamentablemente la vida no puede ser planeada debido a que existen situaciones que pueden salirse de nuestro control y cambiar la vida en un abrir y cerrar de ojos.
Emilie Larter es una joven inglesa que deseaba viajar alrededor del mundo para conocer diferentes culturas, este deseo la llevó a trabajar como voluntaria en un orfanato y hospital infantil en Uganda (África).
Emilie se esforzaba mucho en su trabajo, dando lo mejor de ella todos los días, siempre con una sonrisa. Emilie era una de las pocas personas que trabajaba en esa institución debido a la falta de personal.
Un día como cualquier otro, el orfanato recibió una llamada de emergencia sobre un niño de apenas cinco días de nacido que había perdido a su madre. Emilie fue escogida para retirar al pequeño, al llegar al sitio se dio cuenta que le estaban entregando al bebé durante el funeral de su madre, hecho que la impactó mucho.
Al llegar al orfanato le colocaron el nombre Adam al bebé, Emilie se encariñó rápidamente con él debido a que lo cuidaba, lo bañaba, lo alimentaba y se desvelaba todas las noches como si fuera su madre biológica.
Cuando llegó la hora de regresar a Inglaterra, Emilie sentía un gran vacío en su corazón. Con el paso de las semanas no pudo más y se dedicó a trabajar únicamente para ahorrar y poder visitar a Adam, sin embargo esto no era suficiente para ella, se estaba perdiendo momentos muy valiosos de su crecimiento.
El amor por Adam hizo que esta increíble joven terminara su relación de pareja y comenzara el proceso para adoptar a Adam. Tuvo que mudarse un año a Uganda de forma obligatoria.
Luego de adoptar a Adam, se mudaron a Inglaterra y hoy en día no pueden ser más felices. Es por este tipo de historias que muchas personas afirman que la vida no puede ser planeada, sólo vivida.
¿Increíble historia verdad?
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