Puede que para mucha gente llevar a sus hijos al colegio esté al alcance de la mano y sea una cosa normal. Sin embargo, aún en el siglo XXI siguen existiendo, infelizmente, muchas personas que no tienen esa suerte, todo y que la educación es un derecho fundamental que tienen las personas. Asimismo, hay adultos que en su día por las condiciones de su casa, no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela, por lo que no saben leer. Ante estas desigualdades, un pequeño de a penas 12 años ha dado una verdadera lección de humildad y de inspiración. Este abrió un colegio en su patio para ayudar a otros niños.
Abrió un colegio en su patio para ayudar a otros niños, con tan solo 12 años
Corría el año 2014 cuando Leonardo Nicanor Quinteros, que en aquel entonces tenía 12 años, una tarde se sentó al lado de un amiguito para hacer las tareas de la escuela, ya que este necesitaba ayuda. Ambos residían en el humilde barrio de San Juan, en una ciudad del valle, al este de los Andes en Argentina.
Lo que comenzó siendo la ayuda a un amigo un día, se convirtió en algo habitual, dado que al día siguiente, se volvió a repetir la escena. Al conocer los hechos, más chicos acudieron en su búsqueda para que Leonardo les echase una mano con los deberes. Y fue así, de una manera improvisada, como abrió un colegio en su patio para ayudar a otros niños.
Con el nombre ‘Patria y Unión’, el pequeño formó su propia institución educativa para apoyar a las personas de su comunidad. La grandeza del ‘Profe Nico’, que así es como lo han apodado, es que también ayuda a los adultos que no saben leer ni sumar.
En la actualidad, la escuela ya tiene a 38 alumnos apuntados. Estos están repartidos en seis niveles, teniendo en cuenta su grado académico. Dado que él es el único profesor, primero va al colegio para asistir a las mañanas. Cuando sale, va a la escuela montada por él, de clase en clase y enseña matemáticas, español y ciencias.
El agradecimiento de sus alumnos
Todo y que la mayoría de los escolares son críos con edades similares a las del profesor, como se mencionó también hay adultos. Una de ellas es Mirta Donoso. Esta mujer de 40 años camina durante 30 minutos para llegar a la escuela de Leonardo para poder aprender a leer y escribir.
Esta reconoce que gracias al pequeño, ha podido aprender a escribir su nombre, y es algo por lo que le estará eternamente agradecida al Profe Nico.
Todo y que Leonardo y Ramona, su abuela con la que vive, ponen todo su amor en la escuela, los recursos que tienen no son suficiente para albergar todos los grados que este centro educativo no oficial requiere. Por ello, este recurrió a hacer dos cuartos pequeños dentro de su casa para poder hacer allí las clases de 1°- 2° y 5°- 6°. Por su parte, 3º y 4º siguen estando en el patio de la vivienda.
Ramona apoya en todo a su nieto. Tanto es así que incluso pidió un préstamo para poder adquirir materiales de construcción para tener la posibilidad de mejorar las instalaciones de la escuela.
Ojalá los gobiernos apoyaran iniciativas como estas. Lo que está claro es que gracias a Leonardo, el futuro de algunas personas puede ser mejor del que imaginaban.
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Para finalizar, puedes ver en el siguiente vídeo un reportaje sobre la escuela de este pequeño. En él verás las mejoras que ha tenido gracias a la colaboración de unas mutualistas.
