En este artículo le traemos una serie de consejos y trucos para evitar las pequeñas molestias cotidianas, como el hipo, el dolor de cabeza, el hormigueo, el miedo a las agujas, las ganas de llorar y hasta el insomnio causado cuando nos despertamos para ir al baño.
Dolor de cabeza
Si usted tiene dolor de cabeza, en vez de masajear sus sienes, tire de sus orejas hacia arriba y hacia abajo. Esto le permitirá irrigar mejor la sangre y refrescar su cerebro. Por supuesto, para hacerlo basta con tomar la oreja entre sus dedos pulgar e índice.
Frío en el cerebro
Así mismo, si usted es de los que sufren de congelamiento del cerebro o frío en la cabeza cuando toma o come algo muy frío, como el helado, presione la lengua contra el velo del paladar. Inmediatamente, el calor producido relajará los vasos sanguíneos, y el cuerpo entenderá la señal de que la temperatura ha sido restablecida.
Hormigueo
Cuando sus extremidades se duermen y comienza a sentir ese desagradable hormigueo, usted puede intentar rotar lentamente la cabeza de lado a lado, relajando los vasos sanguíneos que han sido presionados y restableciendo el flujo.
Si el hormigueo es en los pies, mejor intente moverlos como si se tratase de una danza hasta qye vuelvan a la normalidad.
También puede tensar los músculos del área afectada y sacudirlos.
Hipo
Abra la boca y trague repetidas veces, dejando la boca abierta totalmente. Esto permitirá que el diafragma se relaje.
Tomar pastillas
Tragar pastillas es muy incómodo. Y más si son enormes. Pruebe con esta técnica: una vez que ponga la pastilla en su boca, incline la cabeza hacia adelante. En un acto reflejo, el cuerpo le hará tragar naturalmente.
Miedo a las agujas
si usted es de los que teme a las agujas, pruebe toser varias veces antes de la inyección. de este modo, el cuerpo hará movimiento de contracción y relajación y se distraerá. Así, usted no sentirá el paso de la aguja.
Las ganas de llorar
A veces no queremos llorar. A veces no debemos llorar. Sea cual sea el caso, cuando le sobrevengan las ganas de llorar, fije su atención en varios puntos de la habitación y repita los colores de los objetos que escoja. De esa manera, su cerebro se ocupará y abandonará el deseo de llorar.
Vaya al baño en la noche con un ojo cerrado
Si usted es de lo que se paran en la noche para ir al baño y luego no puede conciliar el sueño, le aconsejamos que trate de mantener un ojo cerrado. Así, impedirá que su cerebro, al percibir la luz por ambos ojos, reciba la señal de que ya amaneció. Eso facilitará que vuelva a dormirse.
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