Nunca falta en la vida de todos nosotros una persona arrogante que cree estar por encima del bien y del mal. Los arrogantes suelen sentir que solo ellos saben hacer las cosas, miran a los demás con aires de superioridad y lastiman frecuentemente a quienes les rodean porque son incapaces de manifestar empatía alguna.
¿Cómo reconocerlos? Atropellan a todos en una conversación, imponen su argumento como el único verdadero, descalifican a las personas y sus acciones y quieren ser siempre el centro de atención. ¿Le recuerda a alguien?
Algunas personas son reactivas y discuten en los mismos términos, sin lograr ningún resultado. Otras, suelen quedarse calladas, soportando la humillación y aceptando con su silencio el argumento del arrogante. En ambos casos, domina el resentimiento.
Recuerde que casi siempre, el arrogante vive o trabaja con usted y es alguien a quien usted ama. Estas sugerencias parten de un principio: liberar al otro de su posesión maníaca, y liberarnos nosotros de sus efectos para salvar la relación.
Así que como ninguna persona puede darse por perdida, y al mismo tiempo nadie tiene porqué dejarse encoger de hombros. Por ello, aquí les traemos algunas sugerencias sobre qué palabras usar para sacar al arrogante de su hipnosis egocéntrica y ayudarle a tener relaciones sociales más empáticas.
Respuestas a los arrogantes que les harán pensarlo dos veces antes de atacar nuevamente
Pregúntele qué le ha motivado a decir eso
Nada desorienta más a un arrogante que ser obligado a razonar su juicio. Un elemento importante de una discusión es hacerle sentir a la persona la responsabilidad que tiene sobre lo dicho. Cuando le preguntamos esto a alguien que nos ha tratado con arrogancia, le obligamos a pensar en sus palabras y en el modo de expresarlas, le hacemos responsable y nos dignificamos, al mismo tiempo que le dignificamos a él. Es decir, le damos una oportunidad, pero al mismo tiempo nos limpiamos nosotros. Podría ocurrir que a la otra persona no le interese hacerse responsable y siga reforzando su mala conducta. Si esto pasa, ¿qué otra cosa decir?
“Tu comentario suena agresivo, pero supongo que lo que quisiste decir fue…”
De esta manera, usted podrá hacerle ver al arrogante que lo tiene bien identificado y sabe lo que hace, pero no le dará tiempo de molestarse pues le atribuirá una buena intención. Eso le ayudará a moderarse, pero también a sentirse comprendido.
Hágale ver que hay muchas maneras de ver un problema o una situación
No se amilane frente a las imposiciones de un arrogante. Para ellos, hay una sola verdad, pero usted debe hacerle ver que nadie puede sostener eso, y que cada problema tiene tantas miradas y abordajes como personas.
“Alguien de mi familia es así”
A veces el arrogante no se refiere a usted, sino que descarga con usted sus pensamientos negativos sobre otros, cosa que a usted le incomoda. Hágale pensar al arrogante que tiene un familiar muy cercano con las características que él usa para descalificar a los demás. Se sentirá avergonzado y moderará el tono de la conversación para no ofenderle.
Hágale saber que le lastima cuando se expresa así
No será fácil, pero usted debe atreverse a decirle esto a quien le está tratando con arrogancia. Es parte de nuestra responsabilidad. Hágale pensar en las consecuencias directas de sus acciones.
“Dejemos esta conversación para otro momento”
Si algo tienen los arrogantes es que no paran de hablar. Sus conversaciones terminan por ser no solo ofensivas sino interminables. Si usted está agotado o simplemente no tiene interés en seguir “lloviendo sobre mojado”, entonces hágale saber que no desea seguir hablando del asunto y ponga punto final a la escena.
No es fácil lidiar con este tipo de personas, pero con un poco de astucia y sentido común, usted podrá salir ileso de un enfrentamiento con un arrogante. Pero recuerde que estas sugerencias no son para que usted pueda vencer sobre él, pues entonces usted sería el arrogante.
