¿Alguna vez te has preguntado por qué sientes esos temblores leves, momentos antes de quedarte dormido? Este hecho ahora se explica, y es bastante interesante.
A medida que te estás quedando dormido, tu respiración y latidos cardíacos disminuyen para entrar en tu estado de reposo. Esto hace que tu cerebro asocie este cambio con un estado de peligro, algo así como “estar muriendo”. El organismo ahí entra en acción, con un sistema de seguridad.
El cerebro envía una orden a las extremidades haciendo que los latidos cardíacos y respiración vuelvan a los niveles normales. Tan pronto como el cuerpo comprueba que todo está bien, puede volver a dormir.
El organismo creó este sistema porque no tiene otra forma de diferenciar los dos estados.
Para evitar que esto suceda, se puede avisar al cuerpo que vas a descansar con actividades relajantes. Un baño caliente e incluso un masaje deberían ser suficientes para decirle a tu cerebro que no te estás muriendo, sino que te vas a dormir.
Este proceso de relajación hará que la frecuencia cardíaca disminuya, haciendo que el cambio de estado sea menos brusco.
Un buen ejemplo de este sistema de seguridad en acción y es cuando se tiene frío. El cuerpo tiembla en respuesta al frío. El temblor y los músculos se contraen varias veces liberando algo de calor, para contrarrestar el frío.
Esta teoría muestra cuán fantástico es el cuerpo, creando mecanismos de defensa que aseguran el bienestar.
