Pollo con miel, jengibre y limón

Hervido, frito, al horno, empanado, rebozado, en guisos. Son tantas las posibilidades que existen de cocinar el pollo que hay para todos los gustos. Este tipo de carne es muy versátil, además de muy nutritiva, ser muy buena para la salud y contener poca grasa. Para que puedas incluir una fórmula más a tu prontuario de recetas, en esta ocasión se explica, cómo preparar el pollo con miel, jengibre y limón. Está, para chuparse los dedos.

Cómo cocinar el pollo con miel, jengibre y limón

El pollo con miel, jengibre y limón es un plato realmente fresco debido a los aderezos principales con los que se elabora. Es más, se podría decir que es una mezcla entre un frescor suave y un gusto dulce. En conclusión, una combinación de gustos perfectas para que tu paladar disfrute de experiencias nuevas.

Para acompañar la receta presentada por Caserissimo, puedes cocinar unas patatas fritas o un poco de arroz blanco, ya que son dos guarniciones que quedan muy bien con el pollo.

Ingredientes

• Zumo de limón: 2 unidades;
• Ajo: 2 o 3 dientes;
• Traseros de pollo con presas separadas y sin piel: 2 cuartos;
• Miel: 2 cucharadas soperas;
• Jengibre pelado: 1 pedazo de 2 centímetros;
• Sal: al gusto;
• Aceite: 3 cucharadas;
• Perejil: al gusto;
• Pimienta negra molida: al gusto.

Modo de preparación:

1. En primer lugar, en una sartén que no pegue, pon aceite a calentar y luego las presas de pollo al costado de la carne. Dóralas un poco para que queden selladas y gíralas. Una vez que estén doradas del otro lado, sácalas del fuego.

2. Utiliza el fondo de cocción para poner los dientes de ajos, previamente bien picados y el jengibre cortado en pedacitos. En cuanto estén dorados los ingredientes, coloca otra vez las presas de pollo.

3. En este momento, baja el fuego a medio-suave y cocina de un lado para otro. Condimenta con la sal y la pimienta a tu gusto. Incorpora también el zumo de los limones y baja el fuego al mínimo. Tapa la sartén y deja que se cocinen los ingredientes por un cuarto de hora.

4. Pasado ese tiempo, dale la vuelta a las presas y agrega la miel. Cocina por otros 15 minutos, pero presta atención, dado que debe tener mucho líquido en el fondo de cocción. Por lo tanto, destapa la sartén. En el caso de que notes que tiene poco, tápala y añade cinco cucharadas de agua hirviendo.

5. En cuanto percibas que se desprende con facilidad la carne del hueso, especialmente en las patas, el pollo con miel, jengibre y limón estará casi pronto.

6. Sirve el plato bien calentito para poder disfrutar de la intensidad de la mezcla de los sabores de todos sus ingredientes. No te olvides de espolvorear un poco de perejil fresco o deshidratado para darle el toque final.

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