Los niños pequeños suelen ser muy tremendos, les encanta correr, jugar y muchos de ellos pueden llegar a tener problemas de comportamiento si no son bien disciplinados.
Hoy le contaremos la historia de un abuelo que llevó a su nieto al supermercado y tuvo unas compras muy entretenidas.
Cuando llegaron al establecimiento el niño se volvió loco, empezó a correr por todos los pasillos, en ese momento se escuchaba al abuelo decir: “Miguel quédate tranquilo, ya falta menos, no duraremos mucho tiempo aquí”.
Con el pasar de los minutos el niño empezó a pedirle de todo a su abuelo, quería juguetes, dulces y todos los cereales, de nuevo se escuchaba al abuelo decir: “Miguel queda poco tiempo, ya pronto nos vamos a ir, mantén la calma”.
Ya al finalizar la compra, cuando se encontraban pagando las cosas el niño empezó a tirar todo de la cinta de compras, a lo que el abuelo nuevamente dijo: “Miguel no te pongas bravo, ya no queda nada, nos vamos en dos minutos”.
Al salir del supermercado se le acerca una señora que lo escuchó mientras le hablaba al niño y le dijo: “Señor de verdad quiero felicitarlo por su paciencia con Miguel, de verdad me sorprendió muchísimo su calma mientras el niño se comportaba como lo hacía”, a lo que el señor respondió con una sonrisa: “¡Yo soy Miguel! el demonio de mi nieto se llama José Manuel”
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