Es menos común, pero las mujeres también cometen delitos sexuales. En este caso, a pesar de ser una mujer adulta, todas las víctimas pensaron que estaban teniendo una relación con un chico adolescente.
Gemma Watts es el nombre verdadero de una delincuente sexual de 21 años que vive en Enfield, región de Londres, Inglaterra. En las redes sociales, Gemma se hizo pasar por Jake Waton, un chico de 16 años que atraía a las adolescentes para abusar sexualmente de ellas.
Las víctimas fueron atraídas por medio de las redes sociales
Las fotos usadas en las redes sociales eran en realidad de Gemma. Simplemente se vistió de niño, se hizo un moño en el pelo, llevaba gorra y ropa deportiva, porque su rostro engañaba bien.
El blanco de “Jake” eran niñas de 13 a 16 años a las que le daba a me gusta a sus perfiles en Instagram y Snapchat. Después del like, los ataques comenzaron a partir de conversaciones amistosas, pero pronto mostraron interés en las citas.
En las conversaciones, Gemma usó jerga adolescente, después de todo, ella no es mucho mayor. Solía elogiar mucho a sus víctimas e intercambiar fotos íntimas; usaba fotos al azar de desnudos de niños. Después de involucrar a víctimas adolescentes en su discurso, Gemma viajó para encontrarse con ellas en persona, sin miedo a que descubrieran su disfraz.
Un disfraz muy conveniente
Tras el descubrimiento de uno de los casos en 2018, la policía concluyó que había entre 20 y 50 víctimas en total. Todos creían que estaban en una relación con “Jake”, ya que el disfraz era realmente convincente. Los adolescentes incluso se llevaron a “Jake” a casa y lo presentaron a sus padres, quienes no sospecharon nada.
Varias víctimas quedaron conmocionadas y traumatizadas al descubrir la verdad a través de la policía. Algunos hasta intentaron suicidarse.
La condena
El caso llegó a los tribunales en noviembre de 2019 y Gemma no tuvo escapatoria. Ella admitió y respondió a la acusación de agresión sexual, tres cargos de encontrar un niño con intención sexual y tres cargos de abuso sexual. En total, Gema fue condenada a 8 años de prisión.
El día de la sentencia, la jueza Susan Evans entendió que Gemma se aprovechó de la ingenuidad de los adolescentes para su propia satisfacción. “La juventud de estos, como usted claramente sabía, los hizo más ingenuos y menos propensos a darse cuenta de su error”, dijo la jueza.
