La sal tiene una historia muy larga e importante con los seres humanos. Durante la antigua Roma, esta se utilizó como moneda, dando origen a la palabra “salario”, y hasta principios del siglo XX fue la principal forma de conservar los alimentos. Actualmente, se usa principalmente como especia alimentaria, pero existen maneras sorprendentes de usar la sal que quizás no conozcas.
Maneras sorprendentes de usar la sal
La sal es un poderoso mineral que se usa a diario para intensificar el sabor de los alimentos. Lo que quizás no sepas es que su utilidad no se detiene aquí.
1. Cocinar en sal
Utilizar la sal mientras se cocina no es ningún secreto. Esta es necesaria y tan común como andar hacia delante. Sin embargo, hay más de una forma de emplearla en la preparación de alimentos: envolverlos en una corteza de sal. Esta técnica se puede aplicar a carnes rojas, pollo, pescado, mariscos e incluso patatas, y da como resultado un plato delicioso sin condimentos ni grasas.
Para hacerlo es simple, basta hacer una mezcla de sal de mesa con claras de huevo, formando una pasta. Después, envuelve la comida escogida en la pasta y hornéala en una asadera para horno. El horno debe calentarse entre 200°C y 250°C. La corteza de sal evitará que la comida pierda su agua, evitando que se seque y mejorando el sabor de la comida sin dejarla salada. Cuando esté lista, la corteza debe estar dura y dorada. Solo quítala y sírvela.
2. Limpiar ollas
Una de las maneras sorprendentes de usar la sal es limpiar las ollas, especialmente cuando el fondo de las sartenes están manchadas de suciedad y es difícil de sacar. Simplemente aplica una capa gruesa de sal en el fondo, que debe estar caliente, y frota con una esponja seca, una toalla de papel o un paño suave. La sal funciona como un abrasivo suave, limpiando la suciedad que se adhiere sin dañar la sartén o utilizar tanta fuerza.
3. Elimina las manchas de vino tinto
Al derramar vino tinto en el sofá, la alfombra o la ropa, se entra en cierta desesperación ya que las manchas de esta bebida son difíciles de eliminar. La sal resolverá tu dolor de cabeza. Para quitar la mancha de vino tinto, aplica una capa gruesa de sal sobre la mancha y espera a que se seque. La sal absorberá el vino de la tela, suavizando el color. Cuando se seque, basta remover la sal y lavar la pieza normalmente.
4. No quemar la cebolla
Cuando haces un plato en el que necesitas dorar o caramelizar la cebolla, es muy común que se queme. Utiliza la sal al freír la cebolla. Esto hará que libere el agua, por lo que es menos probable que se queme. Este truco no funciona en cebollas ya quemadas o si el fuego está demasiado alto.
