Dejar que el agua se evapore hasta que se seque para servir el arroz. Esta es la forma más común de preparar uno de los cereales más utilizados en la cocina. Sin embargo, puede estar dañando tu salud. Mira cómo hacerlo correctamente, eliminando hasta el 80% del arsénico presente en los granos.
El arsénico en el arroz preocupa
Una investigación de la Universidad de Queens, en Reino Unido, constató que la forma en que se hace el arroz puede liberar una gran cantidad de arsénico. Es un químico natural que puede afectar el sistema inmunológico, el crecimiento e incluso el desarrollo del coeficiente intelectual. Encontrado naturalmente en el suelo, el mismo puede contaminar los alimentos fácilmente.
Asimismo, está directamente relacionado con enfermedades como el cáncer y la diabetes. Para agravar la situación, las plantaciones de arroz pueden contener hasta 20 veces más de este elemento que el cultivo de otros cereales. Esto se debe a la necesidad de inmersión en agua para el cultivo, lo que hace que los granos absorban más arsénico.
No obstante, algunos tipos de arroz tiene más de esta sustancia química que otros. Por ejemplo, el arroz basmati contiene menos arsénico, y los integrales, mucho más, ciertamente por causa de la presencia de la cáscara. La leche de arroz es un peligro ya que supera con creces la cantidad máxima recomendada por porción. Los pasteles de arroz, así como las galletas, también tienen una alta concentración.
A pesar de ello, no existe motivo para entrar en pánico, siempre y cuando sepas cómo preparar y comer de forma moderada. Un adulto puede consumir por día ½ taza (aún en cruda) del grano. Los niños, por su parte, no deben exceder las 2 cucharadas. Pero aún mejor es ofrecer arroz que no tenga tanto riesgo, preparándolo correctamente.
Cómo reducir el arsénico del arroz
Existe un método de preparación y cocción que puede ayudar a reducir hasta un 80% de la cantidad de arsénico en el arroz. En realidad, es bastante simple y muchas familias ya lo hacen, incluso sin tener acceso a esta información. Conoce cómo prepararlo desde antes de la cocción:
1. Coloca el arroz en un recipiente de vidrio o porcelana, la noche antes de prepararlo.
2. Añade 5 tazas de agua por cada taza de arroz.
3. Cubra con un paño de cocina o una tapa de plástico.
4. Deja reposar hasta el día siguiente, escurre y lava muy bien.
5. A partir de ahí, puedes dejar que se seque y preparar el famoso arroz escurrido, que ayuda a eliminar aún más arsénico.
Con el arroz ya preparado, empieza el paso de cocción, detallado, a seguir.
1. En una olla, vierte 1 litro de agua, como si fueses a cocinar pasta.
2. Pon a calentar el agua y, cuando empiece a hervir, coloca el ajo picado y la sal.
3. Adiciona el arroz, de forma que haya una pequeña cantidad de granos por una gran cantidad de agua.
4. Ves acompañando con la cocción, como lo haces con la pasta.
5. Cuando esté suave, basta escurrir y servir.
De esta forma, tu arroz tendrá una concentración mucho menor de arsénico, haciendo que quede más saludable y seguro para tu familia. Haz la prueba y verás lo sabroso que queda, incluso sabe bien, incluso colando el caldo sobrante.
