Las relaciones de pareja suelen ser muy complejas. Y cuando existe una convivencia cotidiana, las diferencias se hacen mucho más visibles.
La mayor parte de la gente hace un esfuerzo para salvar sus relaciones, pero no siempre lo hacen en la dirección adecuada, pues el primer plan suele ser pretender un mayor control sobre las situaciones. Y la verdad es que, lejos de esto deseado, el resultado es mucho peor.
Todas las parejas pasan por malos momentos y por malos episodios. Lo importante es saber reconocer cuáles son los hábitos más comunes que causan daño en la relación. A continuación, compartiremos con ustedes una lista de 4 hábitos que deben superarse para poder darle un nuevo aire a la relación y emprender una reconciliación fecunda.
4 malos hábitos que afectan tu relación
Pretender que nuestra pareja adivine nuestras necesidades
Muchas veces, asumimos que nuestra pareja, ya que nos conoce, debe imaginar o suponer cuáles son nuestras necesidades, por lo que esperamos que actúe conforme a ellas. Pero la verdad, nadie puede hacer eso, Ni siquiera nuestra pareja. Las necesidades deben ser expresadas, y mientras más pronto y claro se expresen, mejor para ambos.
Lamentablemente, muchas personas, especialmente las mujeres, guardan silencio respecto de sus necesidades porque tienen temor de parecer muy demandantes y exigentes. Pero no solo tienen el derecho de decir lo que necesitan, sino que será un beneficio para ambos hacerlo, ya que las reglas del juego estarán claras.
Ataques de celos injustificados
Algunas personas piensan que los celos son normales. Otras, aún peores, puede hasta molestarse si su pareja no los cela aunque sea un poco (por supuesto que los que se molestan son celosos). Aunque culturalmente asociamos los celos al amor, realmente los celos nada tienen de amorosos, sino que son señales de deseo de control y posesión, además de una relación frágil y una personalidad insegura.
Lo que sí es cierto es que los celos son comunes. Y hoy en día, con todas las redes sociales que existen, quienes sufren de este mal están en su peor momento. Vigilan constantemente los móviles, las cuentas de Facebook, etc., sobre todo si ha habido antecedentes de infidelidad en la pareja. Esta conducta es enfermiza. Si ese es su caso, debe trabajar en la sinceridad con su pareja y esforzarse por superarlo.
No hacerse cargo de las propias emociones
Nuestra vida diaria está sometida a muchos factores de estrés y preocupación. De allí que cuando llegamos a casa y encontramos un pequeño desastre, inmediatamente explotamos. Pero es necesario ser sinceros: no se trata de la casa desordenada, sino de la frustración que traemos de la calle. Debemos dejar de buscar en nuestra pareja las razones para justificar nuestras propias molestias y frustraciones. Eso nos permitirá ganar la mitad de la batalla contra la intolerancia.
Pretender castigar al otro por sus errores
Es normal que en nuestra vida de pareja alguna vez hayamos sido heridos. Existen dos caminos más transitados cuando esto ocurre: perdonar y seguir adelante, o dejar la relación hasta allí. En el caso de los que siguen adelante, algunos no hacen un auténtico ejercicio de perdón, y por lo tanto, pasan el resto de la relación tratando de castigar al otro por los errores cometidos. De esa manera, pretenden además justificar su conducta inadecuada. Estas pequeñas “venganzas” son absolutamente perjudiciales para la relación, y absolutamente deshumanizante para quienes las practican. Es necesario aprender a canalizar nuestro resentimiento de la forma correcta para lograr el perdón que, al final, nos liberará a nosotros mismos.
¿Qué le han parecido estos consejos? Comparta con sus amistados y con su pareja. Así ayudará a muchos a conocerse mejor.
