Es hora de que conozcas un tratamiento fabuloso y eficiente en la limpieza en el hígado y la vesícula. Este método fue desarrollado por un experto famoso llamado Andreas Moritz y los resultados son asombrosos.
Para que alcances estos resultados, es importante que asumas el compromiso de seguir estas indicaciones paso a paso. Antes de iniciar el tratamiento, se recomienda que consultes a tu médico. Así, podrás confirmar si tu cuerpo está en condiciones de recibir el tratamiento, de modo que no cause daño a tu organismo.
Síntomas que indican que hay algo mal en tu hígado y/o con tu vesícula
- Reincidencia de los síntomas de las enfermedades
- Sistema inmunológico deficitario
- Infecciones
- Fiebre interna constante
- Mal humor y sentimiento de irritabilidad
- Dificultad del organismo para digerir comidas con alto contenido de grasas
- Somnolencia después de la ingesta de alimentos con altas cantidades de grasa
Este tratamiento es adecuado para quienes sufren condiciones hepáticas relativas al hígado y a la vesícula, colitis, inflamación o irritación del intestino y dificultad para procesar los alimentos grasos.
Formación de piedras y cálculos biliares
La formación de piedras en el hígado y la vesícula, tanto en adultos como en los niños, es más frecuente de lo que puedes pensar. Como resultado, se producen alergias y reacciones en la piel que alertan sobre el problema. Sin embargo, a veces, ocurre que algunos pacientes no registran el surgimiento del más pequeño síntoma. Además, la tecnología que permite hacer el diagnóstico no siempre logra captar las piedras debido a su tamaño reducido.
El núcleo de estas piedras biliares se forma, en la mayoría de los casos, por cristales de colesterol. Es ahí donde se concentra un número elevado de bacterias. Las piedras, al acumularse en los conductos del hígado, aumentan la presión, y este pasa a entregar menos bilis y permitir que la bilirrubina huya a la sangre. Al recibir menos bilis, los intestinos dejan de expulsar el colesterol del organismo, haciendo que los niveles se eleven.
La textura porosa de las piedras también facilitará que los parásitos se prendan en sus paredes, creando polos de contaminación. Por eso, es que para tratar problemas como úlceras o hinchazón intestinal es necesario que las piedras sean extraídas.
Resultados del éxito del tratamiento de limpieza de las piedras biliares:
- Terminan las crisis hepáticas
- Desaparecen las alergias e inflamaciones en el tronco superior
- Los problemas digestivos se resuelven
- Dejas de sentir tanto cansancio
- Las enfermedades que vivían reincidiendo dejan de existir
Tratamiento de limpieza de las piedras biliares en el hígado y en la vesícula
En la semana anterior a que inicies el tratamiento, bebe 1 litro de zumo de manzana al día para que las piedras se ablanden.
Ingredientes para el día del tratamiento:
- Sal amarga: 4 cucharadas soperas;
- Agua mineral: 3 vasos;
- Aceite de oliva: ½ vaso;
- Limón fresco: ⅔ de un vaso de zumo.
Procedimiento:
1. Desayuno
Toma un té que no sea té verde ni mate. Opta por el blanco o rojo. No tomes nada rico en cafeína o chocolate. Evita productos con harina como pan, tartas o galletas. Da preferencia a los zumos de frutas y verduras.
2. Almuerzo
Integra en tu menú ensaladas sin grasa, arroz blanco sin sal y sin grasa y vegetales cocidos al vapor. Evita comer proteínas animales y grasas. Los productos estimulantes como el café, el chocolate y los tés con teína se deben evitar.
3. Pausa
A partir de las 14 horas, deja de comer y beber. No rompas esta regla porque corres el riesgo de tener una indisposición. Aprovecha el tiempo para preparar la sal amarga.
Preparación de la sal amarga
1. En una jarra, mezcla la sal y el agua.
2. Divide el líquido en 4 vasos y consérvalos en la nevera.
Si lo deseas, agrega vitamina C en polvo a la mezcla. Otra opción es cambiar el agua por zumo de limón o manzana concentrados. Esto hará que el sabor sea más agradable.
4. Toma del primer vaso
A las 18 horas, toma el primer vaso. En caso de que sea necesario, enjuaga con agua para quitar el sabor amargo de la sal.
5. Toma el segundo vaso
Bebe el vaso número 2 a las 20 horas. Una vez más, puedes hacer gárgaras si te quedas con un trago amargo en la boca. Aunque ya no comas hace mucho tiempo, no vas a sentir hambre.
6. Preparación del aceite de limón
Un poco antes de las 21h45, prepara el aceite y el jugo de limón. Mezcla los 2 ingredientes y viértelos en un recipiente con tapa.
Aprovecha para ir al baño porque después del siguiente paso no podrás ir más.
7. Bebe el aceite de limón
Llegadas a las 22 horas, toma el aceite de limón. Muévelo antes de bebértelo para asegurarte que los 2 ingredientes estén bien entreverados.
En caso de que sientas dificultad para tomar el aceite, usa un popote. De esta forma, evitarás que el aceite pase en las papilas gustativas. Tómate tu tiempo y, si lo necesitas, cambia la toma con una cucharadita de miel.
¡Durante la próxima hora, es determinante que no vayas al baño!
Acuéstate en una cama boca arriba. Esta posición facilitará la salida de las piedras. Es posible que sientas tus movimientos, pero se supone que no debes sentir dolor. Intenta permanecer en la misma posición durante 1 hora para ayudar al proceso.
Descansa durante la noche.
8. Toma el tercer vaso
Esta etapa se produce al día siguiente cuando te despiertas. No lo hagas antes de las 6 am. En caso de que aparezca algún malestar, espera un poco hasta que pase. Sólo después, bebe el aceite y vuelve a tumbarte.
9. Toma el cuarto vaso
Este paso debe ocurrir 2 horas después de haber terminado de beber el tercer vaso. Después de tomar el líquido, vuelve a la cama.
10. Fin del ayuno
Puedes volver a ingerir alimentos pasadas 2 horas de haber tomado el cuarto vaso de la mezcla de sal amarga. Empieza por un zumo de fruta. No hay alimentos prohibidos, pero respeta la adaptación de tu organismo y elige alimentos más ligeros y no condimentados.
Identifica el éxito de los resultados
Si el tratamiento se ha realizado adecuadamente, es natural que tengas una pequeña diarrea durante la mañana. No obstante, ¡no debes alarmarte! La diarrea permitirá que las piedras sean eliminadas del organismo.
La limpieza no debe repetirse en las próximas 2 semanas. Si deseas volver a hacer el tratamiento, es aconsejable esperar 30 días o más.
Ten en cuenta que los datos expuestos en este artículo no substituyen a la consulta de un especialista. Por lo tanto, no sigas este plan sin la supervisión de un médico.
