En Estados Unidos, específicamente en Tennessee, existe un hogar o refugio de animales maltratados conocido como “santuario de animales Gentle Barn”. Tal como hemos dicho, este santuario le ofrece cuidados y protección a los animales que se encuentran en situación de maltrato o abandono.
En esta oportunidad le tocó el turno a Karma, una vaca que fue encontrada por el personal del santuario. La vaca fue recibida en el lugar y se le propinaron todos los cuidados primarios.
Sin embargo, todos notaban algo extraño. La vaca no paraba de llorar. Decidieron tomar cartas en el asunto e investigar qué provocaba el sufrimiento de aquel animal.
Cuando Karma fue encontrada, había dado a luz unos días antes, y no tenía a su becerro. La casa de cuidados animales decidió ir en busca del antiguo dueño de Karma y preguntarle por el becerro.
En efecto, el becerro seguía en posesionarse de aquel hombre, quien pretendía venderlo. Pero conmovidos por el sufrimiento de Karma, el personal del santuario logró convencer al hombre de entregarles al pequeño animal. Lo subieron al camión y lo llevaron a Gentle Barn.
Cuando el camión se abrió y Karma vio a su pequeña cría, comenzó a dar mugidos de felicidad. El becerro, que estaba muy debilitado y delgado, se fue hacia ella y cayó a sus pies, pero Karma le dio todos los cuidados maternos que necesitaba y logró que se pudiera de nuevo en pie. Vea cada detalle en este video, imposible no llorar:
¿No es impresionante cómo el instinto materno va más allá de las especies? Si le ha gustado esta historia, comparta con sus amistades.
