El brote de coronavirus 2019-nCoV ya se ha convertido en una preocupación a nivel mundial. Por el momento, son 132 muertos los que se conocen por culpa de este virus y más de 6.000 contagiados. Si hay un país que está sufriendo realmente las consecuencias de este es China. De hecho, ya hay compañías aéreas que han dejado de volar y están ofreciendo el reembolso del billete a sus clientes. Asimismo, en lo que respecta a los gobiernos, algunos países como España están repatriando a los españoles que estén en Wuhan, epicentro del virus. Y es aquí donde surge la disyuntiva de una española residente en Wuhan. ¿Se vuelve a su país o se queda en China con su marido?
La disyuntiva de una española residente en Wuhan
Según datos de El País, desde el pasado jueves, el Gobierno español está haciendo gestiones para conseguir repatriar a los compatriotas en cuarentena atrapados en Wuhan. Para quien está de viaje o soltero, el hecho de volverse no implica tomar ninguna decisión importante. Pero la disyuntiva de una española residente en Wuhan como es el caso de Dácil sí.
Si decide marcharse ahora, Dácil no sabe cuándo podrá reencontrarse con su esposo. En el caso de que se quede junto a él en Wuhan corre el riesgo de no saber cuándo tendrán la oportunidad de salir de dicha ciudad.
Según cuentan, aproximadamente, el “lunes 20 la gente se empezó a ir, muchísima gente. El metro era todo maletas”. Dos días después y justo uno antes de que se decretara la cuarentena, la pareja decidió ir a hacer las compras para tener reservas de comidas. Y menos mal. “Si ahora vas a al mercado no encontrarás fruta ni verdura, y eso si está abierto, porque la mayoría están cerrados”.
Cuestiones burocráticas
La disyuntiva de una española residente en Wuhan comenzó cuando supo que desde en Consulado estaban buscando a españoles que vivieran en dicha ciudad. Al ponerse en contacto con ellos les comentó que estaba casada. No obstante, el problema está en que las autoridades chinas se niegan a evacuar a cualquier individuo que sea nacional del país. Dicha medida afecta a los cónyuges de los españoles e incluso a los hijos de estos que posean la doble nacionalidad.
Dado que desde el Consulado de España están en negociaciones con las autoridades chinas, Naitian y Dácil aún guardan la esperanza de poder abandonar el país juntos. Sin embargo, si esto no puede ser, casi seguro que se vaya ella sola. Pero lo cierto es que esta reconoce que lo hará “con una sensación muy agridulce. Está muy bien salir de aquí, pero dejar a tu familia atrás es muy duro”.
Fuente: El País

