galletas de gelatina de sandía
Crédito de la imagen: Dulcesfrivolidades

Cómo hacer galletas de gelatina de sandía

La mezcla de estos dos dulces es una combinación totalmente deliciosa

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Las galletas y la gelatina son dos sobremesas muy comunes, deliciosas y que tienen muchos adeptos, especialmente porque existen infinidad de sabores para todos los gustos. Pero, lo que puede que nunca te hayas planteado es mezclar ambos postres para formar uno. Si lo haces, el resultado puede ser el de unas galletas de gelatina de sandía como las que se exponen en este artículo.

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Receta de las galletas de gelatina de sandía

Las galletas de gelatina de sandía, además de tener la forma de esta fruta, tienen el sabor de la misma. Cuando las prepares, con total seguridad que dejarás alucinados a todo el mundo, no solo porque son deliciosas, sino porque no son unas pastas muy habituales.

Todo y que la receta que se presenta de Dulces frivolidades se elabora con sandía, si prefieres decantarte por otra fruta, es solo modificarla por la que quieras.

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Ingredientes

  • Azúcar: 300 gramos;
  • Huevos medianos: 2 unidades;
  • Sal: ¼ cucharadita;
  • Mantequilla: 250 gramos;
  • Harina: 500 gramos;
  • Gelatina sabor sandía de Royal: 1 sobre;
  • Chips de chocolate negro: al gusto;
  • Colorante alimentario rojo y verde: al gusto.

Modo de preparación

1. Para comenzar, en un recipiente vierte los huevos, la mantequilla y el azúcar y bate con varillas.

2. A continuación, agrega la sal y la harina, entreverando todo con la mano. Debes obtener una masa que no se te pegue en las manos.

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3. Separa en un bol 200 gramos de masa, los cuales usarás para elaborar la parte clara de la galleta. Resérvala en el frigorífico envuelta en papel film.

4. En otro cuenco, aparta 300 gramos y adiciona el colorante verde. La cantidad de este dependerá del que uses. Agrégalo gradualmente con precaución. Mixtura bien todo con la mano hasta que quede una tonalidad uniforme. Reserva esta masa en la nevera cubierta en papel film.

5. La masa restante debe pesar unos 650 gramos. A esta porción, añádele el sobre de gelatina en polvo y el colorante rojo. Mezcla bien hasta que la masa quede de color rojo vivo. A esta le tienes que dar una forma de cilindro grande o dos más chicos.

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6. Con el fin de evitar huecos en el interior, rueda la masa sobre la encima donde estés trabajando, y presiona las puntas hacia el centro. Vuelve a rodarla después sobre la mesa.

7. Haz este procedimiento en diversas ocasiones para obtener un cilindro que sea lo más regular posible. Envuelve el cilindro en papel film y guárdala en el frigorífico.

8. Seguidamente, saca la masa de color natural y extiéndela con el palo de amasar sobre papel encerado o de horno, dándole una forma rectangular, que sea bastante grande para tapar el cilindro de masa roja. En el caso de que decidas hacerlos más pequeños, realiza dos rectángulos.

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9. Luego, saca la masa roja y enróllala en precaución sobre la masa natural con la ayuda de la hoja de papel, al igual que se hace con los brazos gitanos

10. Después, extiende la masa verde igual, y envuelve con esta toda la masa.

11. Enrolla todo con papel film, rueda levemente sobre la encimera para apretar y junta los colores. Reserva la masa en la nevera por un par de horas, como mínimo. Otra alternativa es que guardes los cilindros en el congelador para que estén prontos para otro día.

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12. Una vez que pase el tiempo y los cilindros ya estén fríos, desenvuélvelos, y con un cuchillo que esté afilado, corta en rodajas la masa como si fuese un salchichón. Después, cada rebanada, pártela en dos. Los extremos los descartar, dado que sino el corte no queda lindo.

13. Ve poniendo las rodajas sobre la bandeja del horno. La fuente debe estar cubierta con papel. No es necesario que las coloques muy distancias, ya que la masa no contiene levadura.

14. Ahora, con el cuchillo, parte en dos los chips de chocolate y clava tres o cuatro con precaución en las galletas. Las chips simularán las pepitas de la sandía.

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15. Hornea a 180º C entre 12 y 14 minutos.

16. En cuanto empiecen a dorarse por los bordes, saca las galletas del horno.

17. Por último, déjalas enfriar sobre una rejilla fuera del horno para que no queden húmedas.

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Verás que las galletas quedan blandas, pero no te preocupes, este es el punto en el que las debes sacar del horno, dado que mientras que se enfríen se pondrán crujiente. Si las dejas más tiempo en el calor se pasarán.

Para finalizar, en el próximo vídeo puedes aprender a hacer una gelatina de arcoíris.

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