No siempre es bueno colocar una plántula directamente en la tierra para empezar a cultivar. Dependiendo de la planta, es mejor hacer el enraizamiento de la ubicación final para que “agarre” más fácilmente la tierra donde permanecerá y crecerá. Este enraizamiento se puede realizar de diferentes maneras.
1. Enraiza las plántulas solo con agua
El método más simple es usar a penas agua para enraizar las plántulas. Puede llevar un poco más de tiempo que si usaras algún enraizador, pero vale la pena probarlo.
Todo dependerá de cómo cortes la plántula, y también de cómo las cuides hasta que echen raíces y se puedan plantar.
Estas necesitan que se cambie el agua con frecuencia, y deben mantenerse a una temperatura no demasiado baja, para acelerar el enraizamiento. Mira el video para saber cuáles son los cuidados básicos:
2. Enraizar las plántulas en agua con canela
La canela ayuda a acelerar la aparición de las raíces. Para este procedimiento, será necesario dar hojas enteras de suculentas o pequeños brotes de otras plantas, también de una maceta, un trozo de plástico transparente, agua y canela. Mira en el video el paso a paso y cuál es el resultado:
3. Germinar plántulas de suculentas en el vivero
Esta técnica de vivero se usa mucho para enraizar suculentas, y es muy fácil de hacer. Es suficiente con agarrar las hojas sueltas y colocarlas por encima de una tierra leve, regando con un poco de agua para mantener el la tierra húmeda.
También puedes enterrar una pequeña parte de la base de la hoja en la tierra. Después, es solo esperar, manteniendo la tierra húmeda, hasta que aparezcan las raíces o las plántulas. Mira en el vídeo cómo hacerlo:
4. Enraizador natural casero
Además de las formas simples, colocándolas en el agua o en el vivero, se puede acelerar el proceso haciendo un enraizado natural casero. Este aportará nutrientes extra para estimular la aparición de las raíces.
Ingredientes
- Lentejas o frijoles: 3 cucharadas soperas;
- Agua: 400 ml. + para remojar las semillas.
Modo de preparación
1. Coloca las lentejas o frijoles dentro de un tazón pequeño y cubre con agua.
2. Al día siguiente, escurre el agua, pero mantén las legumbres en el recipiente, húmedas.
3. Durante los próximos días, agrega solo un poco de agua a las legumbres para mantenerlas húmedas.
4. Por el quinto día deberían empezar a germinar, es decir, a brotar.
5. Cuando las leguminosas están germinando, liberan ácido indolbutírico, que es lo que favorecerá la producción de raíces en las plántulas.
6. Cuando tengas los brotes, colócalos en la licuadora junto con 400 mililitros de agua y tritura bien.
7. Cuela el líquido en un frasco y guarda la pasta sobrante.
8. Pon un poco del líquido en un vaso o florero y coloca las plántulas allí para que echen raíces durante 3 días, cambiando el líquido diariamente.
9. Después de plantarlos en la ubicación final, continúa regando con este líquido de enraizamiento.
10. Con la pasta que sobra después de triturar los brotes, puedes hacer un polvo de enraizamiento que durará más, de 6 meses hasta 1 año.
11. Esparce la pasta en forma forrada con papel de aluminio. Haz una capa fina. Tapa el molde o forma con una red para evitar los mosquitos.
12. Ponlo al sol para que se seque por completo. Puede tardar 2 o 3 días.
13. Cuando esté completamente seco, tendrás un polvo de enraizamiento. Guárdalo en un frasco cerrado y dilúyelo en agua para regar las plantas.
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