Que el ejercicio físico nos hace adelgazar es algo que todos sabemos. Que nos mantiene en forma y protege nuestro cuerpo de enfermedades también, pero lo que reveló un estudio de la universidad inglesa de Loughborough es que un ejercicio puede llegar a inhibir el hambre.
Este ejercicio es correr, pero correr de una determinada manera para lograr un efecto hormonal que reduzca el apetito y nos haga querer consumir menos alimentos.
Más intensidad y menos tiempo
Según el estudio si llevamos nuestra frecuencia cardíaca alrededor del 75% de su capacidad máxima, lograremos alterar los niveles de la hormona grelina y su distribución en nuestro cuerpo.
Para alcanzar esta frecuencia debemos correr entre 30 y 45 minutos de forma intensa. Prolongar más tiempo el ejercicio no contribuirá a reducir el apetito, por el contrario puede ser que aumente.
El ejercicio de alta intensidad tiene un efecto llamado “postcombustión”, porque hace que el cuerpo siga quemando calorías de forma rápida a pesar de que hayamos dejado de practicar la actividad.
La hormona del hambre
La grelina, también conocida como la hormona del hambre, es la responsable de que sintamos apetito y procuremos alimentos. Esta hormona predispone los órganos del aparato digestivo para el consumo de comida y favorece la regulación del metabolismo energético.
Cuando se corre a una intensidad determinada, la sangre (y la grelina presente en ella) es dirigida hacia las piernas, lejos del estómago y los intestinos, para aumentar la circulación e irrigar estos músculos. El efecto puede llegar a durar horas e incluso días, según el estudio, haciendo que sintamos menos hambre y reduzcamos la ingesta de comida.
Consejo final
Los ejercicios físicos de alta intensidad pueden tener un efecto nocivo sobre la salud. Te recomendamos consultar con un médico antes de comenzar una rutina de entrenamiento que involucre ejercicios de alta intensidad.
En el siguiente vídeo encontrarás consejos para aprender a correr correctamente:
