Por desgracia, esta es una sociedad desigual en la que mucha gente vive en la calle, sin un techo donde vivir. Ante este escenario, es muy difícil conseguir un trabajo o incluso un techo digno, como fue el caso de Héctor. Este joven tuvo que improvisar un refugio hecho con latas, mantas y un colchón después de que su casa se incendiara, ya que no tuvo cómo reconstruirla. Pero las cosas cambiaron gracias al poder de la amistad.
Los amigos ayudan al joven a reconstruir su casa incendiada
La historia de Héctor dio un giro increíble. Cualquiera que lo mire hoy no se imaginaría que perdió su antigua casa en el sur de Chile por causa de un incendio, viviendo durante mucho tiempo en una chabola húmeda y fría, improvisada con latas y todo tipo de materiales que encontraba.
Cabe destacar que el invierno en el sur de Chile es extremadamente frío y que podría sufrir varios problemas, como la hipotermia. Tener un techo para dormir puede brindarle a una persona una vida más digna y saludable. Por eso, es muy conmovedor ver a personas en una situación de abandono, sin un lugar donde vivir.
Poco después de estos tiempos difíciles, Jenifer, una amiga de Héctor contó esta historia en sus redes sociales. La institución “Desafío Levantemos Chile” vio el post y reunió a varias personas para ayudar a construir un nuevo hogar para el joven. Amigos y vecinos chilenos ayudaron y en a penas 2 semanas la casa ya estaba linda y lista para ser habitada por Héctor.
Aunque no era lujosa, la casa era muy confortable y contaba con un dormitorio, un baño, la cocina y todos los elementos necesarios para que pudiera vivir con dignidad y salud. Esta historia muestra más que la formación de un nuevo hogar para un amigo, sino también la capacidad de reconstrucción que proviene del espíritu solidario del ser humano.
Fuente: La Tribuna
