El consumo de Coca-Cola es cuestionado por su potencial destructivo para el organismo. El problema es aún mayor si existe un abuso de este, es decir, una sobreexposición al producto.
No es una novedad para nadie que el producto se use como detergente y desatascador de cañerías.
Un estudio realizado por el Instituto de Defensa del Consumidor (Idec) basado en datos del Center for Science in the Public Interest (CSPI) destacó que la Coca-Cola producida en Brasil es la que tiene el mayor potencial carcinogénico del mundo.
Brasil está por delante incluso de Kenia en la comparación de la cantidad de sustancias inadecuadas para el organismo presentes en la Coca-Cola.
Los datos recopilados por Idec se enviaron a Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria). Entre los componentes más peligrosos está, precisamente, el que le da color al producto, es decir, el colorante de caramelo IV. Este está directamente asociado al cáncer.
Para que la situación cambie, Anvisa necesita cambiar los patrones de producción del refresco. Este tipo de problema se resuelve con la decisión del gobierno a obligar al fabricante a que priorice la seguridad del consumidor.
Según Coca-Cola, el controvertido caramelo IV no hace ningún daño a la salud ya que la cantidad obedece a las normas impuestas por el gobierno brasileño. Además, según ellos, este ingrediente no causa ninguna alteración en el sabor del refresco. De hecho, se trata de un mero colorante.
Entonces, ¿hace daño o no? ¿No vale la pena reconsiderar el consumo de Coca-Cola? La elección es del consumidor.
Fuente: Idec (2012) y Cibéria (2017)
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