Antiguamente, las madres sólo utilizaban pañales de tela porque no había modelos desechables. Por supuesto, ambos tipos tienen sus pros y sus contras.
Los pañales desechables tienen como principal ventaja la practicidad, ya que sólo hay que envolverlos y tirarlos a la basura después de usarlos.
Pero también tienen inconvenientes opuestos a los modelos de tela. Por eso, hoy vamos a enumerar algunas buenas razones para usar pañales de tela con tu bebé.
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Los pañales de tela son sostenibles
Los pañales desechables tardan muchos años en descomponerse y, aunque los nuevos estudios y tecnologías de fabricación han permitido que la naturaleza tarde “sólo” 50 años en reabsorberlos en circunstancias ideales, sigue siendo extremadamente difícil gestionar la enorme cantidad que se tira cada año.
Si tenemos en cuenta que un bebé utiliza más de 2.000 pañales en su primer año, podemos calcular la cantidad de residuos que se generan en el planeta. En cambio, los pañales de tela están hechos de fibras naturales como el algodón. Un niño sólo utilizará entre 12 y 24 pañales de tela durante su vida.
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Son fáciles de lavar
Sí, una de las partes malas de los pañales de tela es tener que lavarlos, con toda esa suciedad que preferirías tirar a la basura. Sin embargo, los pañales de tela modernos están hechos para ser lavados a máquina utilizando sólo jabón para bebés, bicarbonato de sodio o vinagre blanco en un solo ciclo de lavado.
No dañan la piel del bebé
Muchos bebés desarrollan problemas de piel en la parte del cuerpo que está en contacto con el pañal desechable. Pero, con los pañales de tela, esto no ocurre porque no hay contacto con los componentes químicos. Así, se reducen las erupciones y la dermatitis.
Los pañales de tela también permiten que la piel del bebé respire de forma natural a través del tejido. Así, no es necesario invertir en pomadas para la dermatitis del pañal, talco o medicamentos específicos.
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Mucho más ahorro para su bolsillo
Hoy en día, con los precios de las cosas por las nubes, pensar en ahorrar con los pañales es algo muy inteligente.
Para hacernos una idea, sólo en el primer año de vida, un niño utiliza, de media, 2.500 pañales desechables.
Si eliges los modelos más famosos, seguro que te dejarás una pequeña fortuna en el supermercado.
Fuente: Família
