Cualquier mujer está sujeta a sufrir la atrofia vaginal, la cual también es conocida como vaginitis atrófica o, popularmente, como vagina deprimida. Este síndrome ocurre cuando la producción de estrógenos disminuye considerablemente, dejando la vagina seca, retrocediendo y causando inflamación e infección. Mira cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento de este problema.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Junto con la sequedad vaginal, hay una alteración en el pH de la región genital, dejándola más ácida y propensa a la inflamación en las paredes internas de la vagina, además de otros síntomas desagradables que hacen que la mujer desconfíe del problema. Estos son:
1. Ardor o irritación vaginal
Este síntoma es una consecuencia de la fragilidad a la que la región interna de la vagina está expuesta, pudiendo haber inflamación o infección. Luego, el ardor y la irritación en el momento de orinar o de tener relaciones sexuales puede suceder.
2. Goteo y comezón
Estos síntomas también se deben a una infección o inflamación que puede ocurrir porque el problema acaba dejando la región interna de la vagina muy ácida y expuesta a diversas dolencias.
3. Infección urinaria
La infección del tracto urinario, incluida la necesidad urgente de miccionar, es otro síntoma que no siempre está relacionado con este problema. No obstante, se debe desconfiar si se presentan otros síntomas al mismo tiempo. Asimismo, puede ocurrir debido al cambio en el pH vaginal.
4. Dolor o molestias durante el acto sexual
Por causa de los demás síntomas, es natural que la mujer acabe sintiendo dolor durante el acto sexual. Aunque uso gel lubricante, el dolor puede permanecer debido a la inflamación. Incluso puede haber sangrado después del sexo.
¿Cuáles son las causas?
Aunque la causa principal de la atrofia vaginal es una reducción en la producción de estrógenos, esto puede deberse a diferentes causas. Estas son:
- Menopausia (pre y post);
- Después del tratamiento de radioterapia de la pelvis;
- Período de lactancia materna;
- Después del tratamiento de quimioterapia;
- Después de la cirugía para extirpar los ovarios;
- Durante el tratamiento hormonal del cáncer de mama.
Todos estos factores pueden hacer disminuir la producción de estrógenos en el cuerpo de una mujer. Uno de los efectos secundarios es la sequedad y la inflamación de la vagina, lo que resulta en vaginitis atrófica.
Otros factores que pueden contribuir, pero no son los principales, son el tabaquismo, la falta de parto normal y la falta de actividad sexual durante un largo periodo.
¿Cómo lidiar con el problema?
Una vez que notes los síntomas, lo primero que debes hacer es ir al ginecólogo. Cuando vayas al médico, este te hará unas preguntas para asegurarse de los síntomas. También te hará un examen pélvico, como la prueba de rutina realizada en el consultorio de ginecología.
También es necesario hacer un test de orina y una prueba de equilibrio ácido, recolectando fluidos vaginales para pruebas de laboratorio.
Una vez que se haya confirmado el diagnóstico, tu médico puede recomendarte algunos tratamientos paliativos o remedios, dependiendo tu caso.
¿La atrofia vaginal tiene cura?
Se puede decir que la vaginitis atrófica tiene control ya que, como verás a seguir, existen tratamientos para aumentar la producción de los estrógenos que causan todos los síntomas. Empero, dado que dicha producción precisa ser estimulada, la mujer necesita mantener el tratamiento. Por lo tanto, no existe una cura sin la utilización prolongada de las alternativas que verás, a continuación.
¿Cómo se hace el tratamiento?
Por ejemplo, para las mujeres que están con la menopausia, una de las formas más comunes de lidiar con este y todos los demás síntomas de esta etapa de la vida es a través del reemplazo hormonal.
Esto suele ayudar mucho a devolver la lubricación de manera natural de la vagina y a eliminar la vaginitis atrófica al incrementar la producción de estrógenos.
Pero debido a que el reemplazo hormonal no siempre es posible, tu médico puede recomendarte el uso de cremas con estrógenos para la aplicación local o geles lubricantes específicos para ayudar a mejorar las relaciones sexuales, en el caso de que este sea el síntoma más incómodo.
También hay cremas hidratantes a base de agua especialmente prescritas por un médico que se recomiendan para el uso regular y para mantener la lubricación vaginal. Estas ayudan a reducir la acidez y, por lo tanto, los síntomas.
Inclusive, un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information confirmó después de evaluar a 4,162 mujeres con atrofia vaginal que las cremas y geles a base de estrógenos dieron resultados considerables en la reducción de los síntomas. Por ello, este tipo de tratamiento se considera la forma más efectiva de mantener a la mujer más saludable y ayudar así a devolver su bienestar.
