¿Sueles hacer ese plato tradicional con arroz blanco, frijoles y ensalada? Bueno, esta combinación es parte del almuerzo (y algunas veces de la cena) de gran parte de la población, sea vegetariana o no. Pero un estudio realizado por la Harvard School of Public Health (HSPH), mostró una alerta por el consumo de arroz blanco.
De acuerdo con Emily Hu y Qi Sun, del Departamento de Nutrición de HSPH, el estudio realizado por el equipo de investigadores del que hace parte, consistió en la revisión de 4 estudios anteriores incluyendo más de 350,000 ciudadanos japoneses, chinos, norteamericanos y australianos en el transcurso de 4 a 22 años sobre el consumo de arroz blanco.
Después de la revisión, los resultados concluyeron que las personas que comían 3 o 4 porciones de arroz blanco por día tenían 1.5 % más oportunidades de desarrollar diabetes que las personas que comían una cantidad menor.
Hasta aquí el número no parece alarmante. No obstante, en realidad lo es. Cuando se habla de porción, el brasileño, normalmente, considera lo que decide poner en el plato, es decir, un medio plato de arroz. Por lo tanto, si comes esta cantidad 2 veces al día, todos los días, estarás en el grupo de riesgo.
¿Por qué el arroz aumenta el risco de tener diabetes?
El arroz blanco es un carbohidrato con un alto contenido de azúcar, lo que puede causar picos de insulina en la sangre cuando se consume en exceso, un factor que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2. La insulina es una hormona liberada por el páncreas que tiene la función de romper el azúcar y convertirlo en energía.
Pero cuando se consume un exceso de alimentos ricos en azúcar, la insulina acaba por no entender el mensaje y dejará pasar demasiada azúcar entera a través de la sangre sin ser empleada como energía.
¿Se debe parar de comer arroz blanco?
No. El arroz blanco es sólo uno de los muchos alimentos que contienen el índice glucémico más alto. Otros son las papas blancas, la tapioca, la miel, el trigo, el maíz y los productos derivados de estos alimentos. Lo ideal es no ingerirlos en exceso.
Con porciones pequeñas y una comida variada con frutas, verduras, huevos, lácteos sin azúcar añadida y carnes magras no hay peligro, al menos para aquellos que no tienen predisposición a las enfermedades crónicas.
La energía que el cuerpo obtiene a través del azúcar es necesaria. Empero es mejor que provenga de fuentes naturales más saludables y se gaste haciendo ejercicio físico.
