Las apariencias engañan. Esta frase vale tanto para personas que figuran ser de baja clase como para los de la alta alcurnia. Quizás por ambición y por tener un alto standing, algunas personas se acercan a famosos y/o gente con dinero. Eso fue lo que hizo Anna Delvey. Aparentó tener posibles y estafó a la sociedad neoyorquina.
El gran fraude de Anna Delvey
Anna Delvey era una joven que vivía rodeada de lujo. Ésta contó que tenía mucho dinero gracias a la herencia que había recibido de su familia. También explicó que era alemana y que se había mudado a Nueva York y que gastaba el dinero como le venía en gana debido a su gran fortuna. Pero lo que ella no sabía es que hay cosas que la gente rica nunca dice.
Aunque aparentaba mucho tener mucho, toda esta historia no era más que una farsa que le valió para vivir como una reina en cuanto no contaba con posibles. Eso sí, sabía estar en el sitio adecuado en el momento preciso y rodearse de las personas indicadas. No obstante, su mala memoria y el no mantener la misma versión sobre un hecho haría que, al final, descubrieran su mentira.
Su vida de rica
Anna Delvey no contaba con una vivienda fija. De hecho, ella vivía en distintos hoteles. Pero cuando se alojó en el Hotel Boutique de Soho, su reputación subió como la espuma. Ésta siempre le daba un propina de 100$ al conserje. Asimismo, se solía quedar un mes en el hotel, es decir, un tiempo poco común y actuaba como si fuese la reina de todo. Tal vez fue por eso por lo que en el hospedaje no le exigieron ninguna tarjeta de crédito. Cabe destacar que Anna solía salir del país para poder obtener de nuevo la visa de turista.
En lo que respecta a Neff, el conserje, Anna entabló una amistad. A éste al inicio le sorprendió, pero como también trabaja como fotógrafo pensó que las conexiones de la chica le ayudarían a lanzar su carrera.
Pronto empezaron a salir juntos de fiesta y fue ahí cuando se percató que ella pagaba todo en efectivo y con billetes de 100$. Dicho detalle hizo que Neff pensase que provenía de una familia rica europea. De hecho, Anna Delvey empezó a hacer deporte con un entrenador personal con unos honorarios un poco altos.
La osadía de Anna
El querer aparentar de esta joven no tenía límites. Tanto es así que llegó a ser la anfitriona de fiestas organizadas Le Coucou, es decir, un restaurante francés bastante caro. A dichos eventos acudían deportistas, celebridades o actores, entre otros.
Otra de las peripecias que llegó a hacer esta joven fue organizar un viaje a Italia con el coleccionista de arte Michael Xufu Huang. Ella le pidió a Michael que él pagase el hotel y los billetes de avión con su tarjeta y que ella le daría el dinero. A éste le pareció un poco raro pero dado que para él la cantidad no era mucho, no le prestó mucha atención a este detalle. Tampoco al hecho de que desapareciese tras el viaje hasta el día de su cumpleaños.
Anna Delvey quiso hacer una fiesta por todo lo alto para su cumpleaños. Tanto es así que contrató a una empresa de Relaciones Públicas para que organizase el evento, al que acudieron distintas personas adineradas, entre ellas Michael. Pasados unos días, la empresa lo contactó para saber más información sobre Anna dado que ella no había pagado la factura.
A raíz de ahí todo el mundo empezó a preguntarse quién era realmente Anna Delvey y ahí se dieron cuenta que cada uno tenía una versión distinta sobre su origen. Dicha situación no amedrentó a la chica que seguía empeñada en conseguir su objetivo.
El objetivo
La meta de la chica, según ella, no era otra que fundar un club de arte llamado Fundación Anna Delvey (ADF). Para ello iba precisar de una persona adinerada que estuviese dispuesta a darle un préstamo. Y como es de imaginar, gracias a sus contactos, la encontró. El problema ahora era encontrar una localización para el proyecto.
Tras un tempo, el inversor le mandó un correo pidiéndole el préstamo por cuestiones legales financieras. Ésta alegó que continúa buscando la ubicación indicada.
La situación se iba poniendo cada vez más tensa para Anna debido a que la gente ya no le prestaba dinero para el ficticio proyecto. De hecho, una noche fue a cenar con el conserje y no tenía efectivo. Intentó pagar con 12 tarjetas diferentes y todas fueron rechazadas.
Luego de eso, en el hotel también le reclamaron una deuda que ascendía a los 30.000$. Como no podía pagar con tarjeta, ésta dijo que haría una transferencia bancaria. Tras unos días, el hotel recibió el dinero pero también querían tener una tarjeta de crédito que fuese válida, o de lo contrario cambiarían la combinación del cuarto de Anna.
Esto la enfureció. Pero consiguió zafar de la situación gracias a la tarjeta de un amigo de su entrenador personal. Aunque ya no la dejaron entrar en ese hotel. Ésta estuvo intentado alojarse en algunos, pero las tarjetas estaban anuladas, lo que le hizo pedir cobijo a su entrenador personal.
El desenlace
Pocos días después, su entrenador se enteró que su amigo tuvo que hacer frente a una deuda de 62.000$ por culpad de Anna. Ahí fue cuando la echó de su casa. Tras eso, la joven fue detenida por el desfalco que había hecho. Gracias a un abogado, salió en libertad bajo fianza pero ya todo el mundo la conocía. Poco después fue arrestada de nuevo por los robos e intentos de hurto a gran escala que había llevado a cabo.
Por el momento, se encuentra en la cárcel de Rikers Island sin fianza a espera del juicio. Anna se enfrenta a una pena de entre 3 a 9 años de prisión por haber estafado unos 275.000$. Cabe destacar que su nombre es Anna Sorokin, nació en 1991 en Rusia y se mudó con su familia a Alemania en 2007.
Para finalizar, en el siguiente vídeo podrás conocer a 7 millonarios que engañaron a todo el mundo.